Bombillos ahorradores pueden provocar la muerte a largo plazo

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Las lamparillas fluorescentes tienen en Asia un precio de alrededor de 30 centavos de dólar; en Venezuela son compradas a Cuba bajo un costo de reventa de tres dólares por unidad.

Expertos afirman que estas luces son más costosas que las tradicionales


 

Javier Vargas / 2001 (Venezuela) – 09/04/10

Serias consecuencias en la salud de los venezolanos, podrían desencadenar los 100 millones de bombillos ahorradores contentivos de mercurio, que ha instalado el Gobierno Nacional a lo largo del país a través de la Misión Revolución Energética. Los gases de mercurio que expiden estos bombillos, según los expertos, pueden producir algunos malestares como salivación excesiva, dificultades y fatigas para respirar, irritabilidad y hasta cambio de personalidad.

Pero si se toma en cuenta que estas lámparas tienen un ciclo de vida de 2 años, la exposición en ese tiempo podría desencadenar enfermedades como bronquitis, sensación de dientes flojos y dolor, además de daños renales y respiratorios que a la larga hasta podrían conllevar a la muerte.

Víctor Poleo, ingeniero eléctrico y catedrático en esta especialidad comenta que un bombillo de estos puede emitir hasta 5 miligramos de mercurio que contaminarán el ambiente. «5 mil bombillos ahorradores podrían expandir al aire hasta 250 kg, de mercurio y 50 mil en cuatro años generaría una tonelada de mercurio, que resultaría altamente contaminante para el medio ambiente», comentó.

El mayor problema para Poleo, es adónde van a parar estas bombillas, luego que cumplen su ciclo de vida, se queman o se parten. «El Gobierno no ha informado sobre un proceso de recolección de estos materiales radioactivos, que seguirán contaminando el ambiente».

En enero de este año el Ministerio del Ambiente anunció que se construirían en las ciudades rellenos de seguridad, para la disposición final de estas sustancias peligrosas, pero de ese proyecto no se ha conocido más nada.

Poleo, comenta que lo más serio de la situación es que el venezolano no está educado para lidiar con estos materiales. «Estos bombillos han sido instalados en todo el país, especialmente en los barrios, y no existe una orientación hacia el ciudadano sobre cómo manipularlos», refirió.

Poleo cree que por la cultura del venezolano, muchas personas al terminar el ciclo de vida de una de estas unidades, podrían tirarlo a la basura común, lo que podría llevarlos a quebradas para luego ir a parar al río Tuy, (en el caso de Caracas) y contaminar esas aguas que sirven para el consumo humano. Igualmente detalló que una lámpara rota podría causar atrofia en el sistema nervioso de un niño y otros males menores en adultos.

Más costosos

El experto explicó que los bombillos ahorradores provienen de Cuba, país que los compra en Asia a 30 centavos de dólar cada unidad y los vende a Venezuela en 3 dólares. «Al cambio monetario libre le viene saliendo al Estado a 18 bolívares fuertes cada bombillo. Pero cuando el ciudadano común tiene que salir a la calle por una bombilla vuelve a comprar los tradicionales porque estas luces ahorradoras, en una tienda tiene un costo de 30 bolívares fuertes». Poleo enumera esta Misión como una improvisación más del Gobierno, donde el propósito fundamental, es beneficiar económicamente a Cuba, por encima del ahorro energético en Venezuela.


Link: http://www.2001.com.ve/

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