Vienen por ti y por tu propiedad privada

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Si el Estado Comunal se funda en la propiedad social, pues perdemos la propiedad privada.

Mientras la gran discusión es por el nuevo CNE, en el más bajito perfil van aprobando el modelo que nos está cambiando la forma de vivir, sentir y de soñar


 

Carlos Casanova Leal / La Nación (Venezuela) – 10/05/2021

Las leyes de la ciudad comunal, que se suman a las ya aprobadas del Estado Comunal y que están rodando en la consulta solo para chavistas y sus organizaciones, para ser definitivamente aprobadas en la Asamblea Nacional, cuya elección no fue reconocida, cambiarán nuestra forma de vida en nuestro propio lugar, a donde nos movemos en nuestro barrio, urbanización, aldea, sector.

Importante que tenga claro que tanto las leyes de ciudades comunales, como las del parlamento comunal, fueron aprobadas en primera discusión por todos los integrantes de esta AN, a saber, los chavistas y los que se decían o dicen ser oposición; en las leyes, al parecer tienen perfecta coincidencia en el modelo socialista que imponen estas leyes.

Para acabar con el capitalismo y sus formas, la revolución comunista tiene que acabar con la propiedad privada, y es lo que se logra en la Ley Orgánica de Comunas, articulo 10: “El Estado Comunal es una forma de organización… con un modelo económico de propiedad social”.

¿Qué le quita la propiedad social a la propiedad privada?

Le quita el poder de disponer de los bienes propios; si el Estado Comunal se funda en la propiedad social, pues perdemos la propiedad privada, no podremos disponer del bien, sino disfrutar y usar lo que es nuestro, hasta nuestra muerte, sin que los hijos puedan heredar, salvo que vivan con sus padres, en el caso de la vivienda.

Ahora bien, en concordancia con el artículo 49 de la Ley de Ciudades Comunales, establece que: “las ciudades comunales impulsarán la recuperación, construcción, ocupación…”. Si consideramos que el éxodo promovido por la revolución obligó a mucha gente a abandonar sus bienes inmuebles, viviendas, locales, parcelas, pues se encuentra el sentido al propósito de ahora pasar a ocupar los espacios, entendiendo que ya no son propios, son sociales.

Estas leyes nos confiscan nuestro derecho de propiedad, esto forma parte de ese proceso; ya antes, con la devaluación permanente del bolívar, nos quitaron nuestra propiedad sobre la moneda, hasta disminuir su valor a nada, con el propósito de obligarnos a llegar a la moneda comunitaria de intercambio, la obligación de incluir a todos los ciudadanos en el Sistema Patria cumple ese propósito, la sustitución del bolívar por cualquier chapita a la que le asignan un valor de intercambio, la dolarización es por ahora el espejismo de una realidad que no viviremos si continúa este comunismo.

La política en Venezuela se desarrolla en tableros diferentes y en tiempos distintos, de donde la oposición actúa en un solo tablero y en un solo tiempo, tablero y tiempo electoral; el régimen comunista juega en todos los tableros y tiempos; veamos, estas leyes de ciudades comunales y parlamento comunal, se aprobarán antes de las elecciones de gobernaciones y alcaldías, con lo cual, con cualquier resultado, ya es ley el hecho de transferir las pocas competencias que ya les quedan a las comunas.

¡Se dio cuenta!, la revolución se sienta y habla de elecciones en el tiempo y tablero de la oposición y de la que se dice tal, pero la oposición no se organiza ni articula defensa de las competencias de gobernaciones y alcaldías, y por el contrario, obran en su contra, dejando libre el paso de la nueva estructura de control social sobre las comunidades. Dejan el tablero comunitario solo al chavismo y en su tiempo.

Mientras la gran discusión es por el nuevo CNE, en el más bajito perfil van aprobando el modelo que nos está cambiando la forma de vivir, sentir y de soñar.

No logro entender cómo partidos que se dicen de oposición votaron por la liquidación de las competencias de gobernaciones y alcaldías, y ahora salen a postular candidatos a las instancias que previamente liquidaron con su voto y su silencio.

Tenemos que obligar a la oposición para articular un programa de organización de base, sin lo cual no es posible ningún triunfo.

Dios nos bendice.


  • Artículo publicado en La Nación el día 08/05/2021

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