Decadencia del Sistema Eléctrico Nacional galopa desde hace 22 años

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Pero no sólo se trata del apagón; los cortes eléctricos se convirtieron en el pan nuestro de cada día de los venezolanos, aunque con mayor énfasis en los estados andinos y en el Zulia.

La actual crisis energética es consecuencia de la decadencia del sistema, que se remonta desde finales de los años noventa


 

Astrid Anselmi / Frontera Viva (Venezuela) – 26/02/2020

Hasta hace 22 años la operatividad del sistema eléctrico funcionó con eficiencia. Algunos expertos aseguran que un 97% de la población estaba interconectada y el 94% del territorio nacional estaba electrificado.

Hoy las centrales eléctricas funcionan a media máquina, una realidad que se desnudó con la agudización de los cortes eléctricos y de los apagones vividos en marzo de 2019. Historia que se repitió este 19 de febrero, día en que los estados Táchira y Mérida padecieron una agonía de más de 24 horas sin luz.

De hecho, el restablecimiento de carga no fue realizado a plenitud, así que algunos municipios y sectores de las jurisdicciones metropolitanas sufrieron el apagón por más de 30 horas.

La actual crisis energética es consecuencia de la decadencia del sistema, que se remonta desde finales de los años noventa.

En 1999 fue propuesto ante el Congreso la Ley del Servicio Eléctrico, la cual planteaba la liberación del sector y promovía la inversión privada para el funcionamiento idóneo del servicio, ya que en ese entonces Venezuela ya atravesaba una caída en la inversión pública.

Según explicó el exministro de Energía Eléctrica durante el período del fallecido presidente Hugo Chávez, Víctor Poleo, dicha ley incluía factores como “valor agua y despacho económico, formación de precios de la electricidad en nodos de intercambio de la Red Troncal, competencia en generación, sinergias entre capitales públicos y privados y entre la Industria Petrolera Nacional y el Sector Eléctrico, criticidad en la producción de combustibles termoeléctricos”, entre otros componentes que eran importantes para satisfacer el sector, pero el chavismo no lo tomó en cuenta ni lo aprobó.

Miguel Lara Guarenas, exdirector de la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados (OPSIS) –ente encargado de dirigir y coordinar la operación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN)- recuerda que para el 2001 alertó al Gobierno Nacional que el país iba rumbo a “una situación de déficit del suministro eléctrico” como consecuencia de las erradas decisiones del Ejecutivo.

Aunque las advertencias fueron dadas en un tiempo prudente, y se nombró una comisión para combatir la emergencia, nunca hubo acciones. Al contrario, Guarenas detalla que el Gobierno comenzó a quitar personas de los cargos por otras no aptas y “suspendió la política de mantenimiento metódico de las centrales, congelaron la tarifa eléctrica”. 

Entonces, la decadencia del sector eléctrico comenzó a dar sus primeros pasos y se fortalecía con la corrupción dentro de la Compañía Anónima de Administración y Fomento Eléctrico (Cadafe). «La sobrefacturación de proyectos y dilación en concretarlos» hizo que la ahora «Corpoelec» generara 1.215 Megavatios (MW) de energía «un 33% de su capacidad acreditada (3.721 MW)», detalló Poleo.

Igualmente, la estatal “administró 643 millones de dólares en 223 proyectos de transmisión (líneas y subestaciones) y, sin embargo, los proyectos finalmente ejecutados por Cadafe se corresponden con apenas 155 millones de dólares, es decir: un 24%”, aseguró.

Sin embargo, Cadafe no era la única compañía con irregularidades. La empresa Electrificación del Caroní (Edelca), por mandato presidencial, en el año 2005 acordó con el Consorcio OIV, conformada por la empresa brasilera Norberto Odebrecht S.A., la venezolana Vinccler y la italiana Impregilo, iniciar la construcción de la Central Hidroeléctrica Manuel Piar, mejor conocida como la represa Tocoma.

Complejo hidroeléctrico Tocoma, en el bajo Caroní.

Consolidación de la “potencia energética”

En septiembre de 2006, el fallecido Hugo Chávez aseguró que Venezuela se convertiría en potencia energética, un propósito que estaba contemplado en el Proyecto Nacional Simón Bolívar.

Con el afianzamiento del modelo socialista en Venezuela, la industria eléctrica fue nacionalizada. Bajo el Decreto Nº 5.330 del 31 de julio de 2007, Cadafe, Enelco, Eleval, Enelbar, Seneca, La EDC, Enager, Edalca y Enelven, las empresas que hasta entonces eran las encargadas de la producción, distribución y comercialización del servicio eléctrico del país, fueron unificadas con el nombre de Corporación Eléctrica Nacional S.A. (Corpoelec).

Tres años después, fue establecida la Ley Orgánica del Sistema y Servicio Eléctrico para reforzar la centralización del sector.

Este mismo año fue aprobada la construcción del Parque Eólico Paraguaná, en el estado Falcón. Esta inversión estaba abanderada con la promesa de generar 20 MW, en una primera fase, y luego 100 MW. Pero jamás se generó esta red de energía y las palabras de Chávez se las llevó el viento, pues a sólo un año de la nacionalización los apagones comenzaron a dar muestra de la realidad.

Parque Eólico de Paraguaná, estado Falcón.

Según el portal Konzapata, hasta el año 2008 fueron financiados 1.248 proyectos de electrificación, pero ninguno operaba con eficiencia.

Desde entonces, la capacidad de generación de las plantas termoeléctricas comenzó a disminuir e inició todo un plan de “rescate” para contener lo inevitable. Para evitar el déficit eléctrico, el Ejecutivo estableció la instalación de plantas de generación distribuida en 12 estados, con una capacidad de 464,2 MW; e invirtieron en la compra de más de 79 millones de bombillos ahorradores que serían entregados de forma gratuita.

Luego, cuando los recurrentes apagones del interior tocaron Caracas, y el Gobierno aseguró que el bajo nivel del Guri se debía al fenómeno El Niño, apelaron por un “blindaje” apoyado en el Complejo Generador Termocentro (ubicado en los Valles del Tuy) para que compensara la demanda capitalina.

Para el 2010, bajo el Decreto de Emergencia Eléctrica, por medio de PDVSA (Bariven) el Estado adquirió19 turbinas para generar 1.000 MW por 767 millones de dólares. Unos meses después, el exministro para la Energía Eléctrica, Alí Rodríguez, aseguró que Venezuela había superado la crisis energética. Pero la crisis empeoró.

Sistema en ruinas

En 1964 fue desarrollado el Sistema Interconectado Nacional de Venezuela con el objetivo de distribuir la energía de las centrales termo e hidroeléctricas, por medio de un sistema de transmisión de alto voltaje de 765 Kv, 400 kV y 230 kV; así lo indica el ingeniero Guarenas.

Desde su inicio, el programa contempla que las centrales hidroeléctricas Guri, Caruachi y Macagua -en el bajo Caroní– suplirían cerca del 60% de la demanda y consumo de energía a nivel nacional.

En complemento, Tocoma, Ramón Laguna, Planta Centro y las centrales térmicas de Los Andes y los Llanos suplirían el 40% restante. Pero hoy la historia es otra.

En total, Venezuela cuenta con nueve plantas hidroeléctricas, 53 termoeléctricas y más de 50 subestaciones, sin embargo, su capacidad de energía no es suficiente ante la demanda.

El histórico e inolvidable apagón del 7 de marzo de 2019, que dejó en la oscuridad a 23 estados del país, fue argumentado a una falla en el Guri, lo que demostró que las termoeléctricas no están aptas para generar la electricidad necesaria.

Desde el año 2016, cuando presentó la Memoria y Cuenta correspondiente al año 2015, el Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica no entrega informes oficiales. Al respecto, Transparencia Venezuela aseguró que la Memoria y Cuenta presentó “carencia de información explicativa del uso dado a los recursos financieros que no fueron ejecutados en su totalidad, hecho ocurrido en el 100% de los proyectos”.

Por otra parte, Corpoelec no ha actualizado información y en su página web mantienen publicado que entre los años 2013 y 2015, la generación eléctrica del país tenía una capacidad instalada de 24.000 MW. Especificando que el 62% del potencial eléctrico es generado por las hidroeléctricas, el 35% por termoeléctricas y casi un 3% por sistema de generación distribuidas, al día de hoy se desconoce la oferta y demanda del sector de energía eléctrica.

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