Salvar Monómeros

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La agroindustria entra ahora en una etapa de inspección y vigilancia.

Monómeros es una empresa que, a pesar de ser hoy en día de capital venezolano por una decisión irresponsable, adoptada por el gobierno de ese entonces, siempre se ha considerado como un patrimonio de Barranquilla y de Colombia


 

Nicolás Renowitzky R. / El Heraldo (Colombia) – 21/09/2021

La de Monómeros Colombo Venezolanos S.A. es una de esas historias que son bellísimas en sus comienzos, cuando de pronto se atraviesa una desgracia y acaba con el encanto para terminar en desastre.

Desastre que tiene nombre propio. Empresa de fertilizantes que nació en 1967, cuyos accionistas iniciales fueron EcopetrolIFI 47%, Pequiven, de Venezuela 47% y la holandesa Stamicarbon 6%. El montaje de sus plantas finaliza en 1972 y en el 73 inicia sus operaciones comerciales. En 1985 se transforma en empresa Multinacional Andina, y en el 90 crea la compañía naviera Compass Rose Shipping, con el Grupo Clipper de Dinamarca. En el 2000 adquiere parte accionaria de Vanylon, en el 2002 hace lo mismo con la operación de Cargil en Colombia, que pasa a llamarse Ecofértil con sede en Bogotá y planta en Buenaventura. Y en el 2003 se crea Monómeros International Ltd., con sede en Islas Vírgenes.

Todo el recuento anterior es para demostrar la positiva dinámica de una empresa de gran importancia para Barranquilla y para el país por la red de distribución de fertilizantes. Monómeros siempre estuvo administrada y operada por personal colombiano, incluyendo los cargos de Gerente General y todas las Gerencias de esa empresa. La presidencia de la junta directiva, siempre fue ocupada por un venezolano para mantener una armonía y un equilibrio que llevó a la compañía a ser de las más exitosas del país. Así fue creciendo, montando nuevas plantas, produciendo y comercializando más productos para el agro y para el sector industrial colombiano, y cada vez aportando más a la economía de la región, no solo con la generación de empleos, sino además con los impuestos que se pagaban a la ciudad y al país.

En el año 2006, absurdamente, el gobierno decide vender a un tercero su participación del 47% que tenía a través del IFI y Ecopetrol, pero no contaron con la astucia del presidente Chávez, quien hizo uso de su derecho de preferencia como socio para adquirir la participación colombiana y quedarse con el 94% de la compañía. Posteriormente la empresa holandesa vendió su 6% a Venezuela, convirtiéndose así ese país, a través de Pequiven, en dueña del 100% de Monómeros. El valor de la venta de las acciones de IFI-Ecopetrol fue de US$53 millones, un valor tan bajo que Venezuela lo recuperaría en un par de años con la misma utilidad de la empresa.

En resumen, Monómeros es una empresa que, a pesar de ser hoy en día de capital venezolano por una decisión irresponsable, adoptada por el gobierno de ese entonces, siempre se ha considerado como un patrimonio de Barranquilla y de Colombia. El agro colombiano necesita producir con eficiencia y garantizar la seguridad alimentaria de todos los colombianos con el aporte de los abonos de Monómeros. La ciudad y el país necesitan del empleo y de los tributos que genera Monómeros, por lo que se hace necesaria una intervención urgente del gobierno para buscarle una salida a esta problemática.

Y así como Ecopetrol compró a Propilco en el 2008 por US$690 millones, y recientemente el 51.4% de ISA por 14 billones, con una mínima parte de esa suma podría Ecopetrol readquirir su participación en Monómeros, con la seguridad que esa inversión tendría un retorno garantizado para Ecopetrol y sus accionistas, ya que con un buen apalancamiento financiero Monómeros volvería a ser la empresa rentable que fue y continuaría contribuyendo con el desarrollo del país como lo hizo durante muchos años. Además se le resarciría a la ciudad del daño causado en el 2006.


  • nicoreno@ambbio.com.co

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