Reseña histórica del sector eléctrico en Venezuela desde 1950 hasta 2018

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Central Hidroeléctrica Simón Bolívar (Guri).

El problema no es entonces la alta dependencia del Caroní. Por el contrario, el Caroní contribuye renta a la renta petrolera. Es la mejor siembra del petróleo y es su fortaleza estratégica


 

Víctor J. Poleo Uzcátegui / Venergia.org (Venezuela) – 08/10/2020

El Sistema Eléctrico venezolano en el Siglo XX

Rodolfo Tellería Villapol[1] es autor del extraordinario libro HISTORIA DEL DESARROLLO DEL SERVICIO ELÉCTRICO EN VENEZUELA – 1888 a 1998[2].  El lector interesado ha de encontrar en el libro de R. Tellería et al. una exhaustiva y fascinante narrativa de nuestros primeros 110 años de electricidad. En esta primera parte abreviamos segmentos de historia de la segunda mitad del Siglo XX.

CADAFE – Cía. Anónima de Administración y Fomento Eléctrico

En 1948 el Estado crea la Corporación Venezolana de Fomento (CVF), privilegiando el diseño y ejecución del primer plan nacional de electrificación con la asesoría de la firma de ingenieros Burns & Roe (New Jersey, EE. UU., 1932).

Entre 1950 y 1958, CVF compró 15 empresas que desde la primera mitad del siglo XX funcionaban en Táchira, Mérida, Trujillo, Falcón, Barinas, Portuguesa, Lara, Nueva Esparta, Sucre, Anzoátegui y Monagas, municipales-estadales unas y privadas otras.

En 1958 el Estado venezolano crea la Compañía Anónima de Administración y Fomento Eléctrico (CADAFE). CADAFE recibe de la CVF las 15 empresas y las organiza regionalmente bajo el mandato de electrificar el país y ya en 1983 CADAFE había servido un 85% de las poblaciones con más de 500 habitantes.

En 1976 inicia la construcción de Planta Centro en Morón, con capacidad de 2.000 MW. En 1965 entra en operación la línea a 230 kV, doble circuito, saliendo de Macagua a Ciudad Bolívar y de allí a la SE El Tigre, recién construida como nodo de intercambio para Oriente, continuando a la SE Barbacoas y siguiendo a Sta. Teresa del Tuy, empalmando con líneas a Maracay. Se interconectaba así el Sistema de CADAFE-CENTRO con el Caroní.

EDELCA – Electrificación del Caroní

La estatal Compañía Anónima Electrificación del Caroní (EDELCA) es creada en 1963 y, en su origen, es el engranaje central para el visionario proyecto de industrializar Guayana con base en sus considerables recursos de hierro y bauxita, transformables en acero y aluminio, industrias altamente intensivas en su demanda de electricidad.

EDELCA es filial de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG, creada en 1960), a la par de Siderúrgica del Orinoco (SIDOR), Aluminios del Caroní (ALCASA), BAUXILUM (Bauxitas) y otro conjunto de empresas de manufactura asociadas. Ciudad Guayana (conurbación de San Félix y Puerto Ordaz, río Orinoco mediando) es diseñada por el Joint Center MIT-Harvard en conjunto con urbanistas venezolanos de la CVG.

La Venezuela de la segunda mitad del siglo XX descansa en el Caroní. Primero fue el Caroní, privilegio de Natura, y luego fueron las industrias de Guayana y  la planificada construcción de Ciudad Guayana (ca. 1.5 millones de habitantes), pica en Flandes para la ocupación geopolítica de los territorios al sur del Orinoco.

El Caroní es energía limpia, abundante, barata y renovable. Es el Caroní la energía que viabilizó el desarrollo económico de la Nación y sus formidables crecimientos industrial y urbano.

En el Siglo XXI la energía del Caroní mantuvo su oferta continua en el órden de 60% a 70% de la demanda nacional. La errática contibución de los combustiles termoeléctricos obedece a varios factores, entre ellos la disminución de la producción de gas natural y el improvisado equipamiento termoeléctrico demandanate de diesel y fuel oil. Primero fue la crisis petrolera desde 2003 y luego ella se hermana con la crisis eléctrica desde 2005, ambas crisis son hechura de Alí Rodríguez Araque.

Ahora bien, exportadores de petróleo como somos, el Caroní nos significa hoy no quemar unos 550 mil barriles/día de combustibles termoeléctricos exportables. Dicho de otra forma: de no existir el Caroní y de, hipotéticamente, reemplazar hoy por termo-electricidad una generación hidro-eléctrica en el órden de 85 TeraWatios-hora/año, precisaríamos por defecto quemar en termo-eléctricas un volúmen equivalente de poco más de medio millón de barriles/dia entre gas, fuel oil y diesel.

El problema no es entonces la alta dependencia del Caroní. Por el contario, el Caroní contribuye renta a la renta petrolera. Es la mejor siembra del petróleo y es su fortaleza estratégica.

Así las cosas, los desarrollos hidro-eléctricos del Caroní se auto-financiaron ya desde la entrada en operación de Macagua I en 1961, Guri I en 1968, Guri II en 1986, Macaguas II y III en 1995,  Caruachi en 2003-2005 (20% de avance en 1998).

Si algún sector se obliga a su planificación a 30 años es el eléctrico. La planificación del Caroní ha sido y es, por excelencia, arquetipo de planificación eléctrica y económica a escala de Nación. Pero, ¿cuál es entonces el tal problema de la crisis eléctrica?.

El problema, a mi juicio, radica en la transición de hidro a termo-generación en un horizonte a futuro de 30 años. Se trata hoy, en esencia, de la planificación eléctrica nacional al 2050 con base en combustibles termo-eléctricos y aún admitiendo que los desarrollos en el Alto Caroní-Paragua se iniciaran tempranamente durante la segunda mitad de tal horizonte (Tayucay, 1.800 MW; Aripichi, 2.800 MW; Eutobarima, 2.700 MW; Auraima en el Paragua, 2.700 MW).

OPSIS – Oficina de Planificación del Sistema Interconectado

Durante los años 1963-1970 tiene lugar un hito en la historia del SEV: se unifican en 60 Hz la frecuencia de los mercados eléctricos de la EDC (50 Hz) con las frecuencias en 60 Hz de CADAFE y EDELCA.  Esta tarea la ejecutó con éxito la empresa C.A. Cambio de Frecuencia (CAFRECA).

Sabia decisión: se unifican en un mismo mercado de oferta nacional la generación hidroeléctrica del Caroní y la generación termoeléctrica de CADAFE y EDC.

OPSIS es creada en 1968 por el Acuerdo de Interconexión entre las empresas EDELCA, CADAFE y EDC. En 1988 se incorpora ENELVEN al Sistema Interconectado.

En 1950 la Comisión de Estudios para la Electrificación del Caroní estableció la primera estación hidrológica del sistema de aguas Caroní-Paragua en San Pedro de las Bocas, ubicada en la afluencia del río Paragua en el río Caroní y donde hoy está la “cola” del lago de Guri.

Los diseñadores de los desarrollos hidroeléctricos en el Bajo Caroní bien requerían registrar y cuantificar la aleatoria conducta de las aguas del Caroní porque ellas determinan el tamaño de los embalses y la potencia de las centrales en cascada Guri, Tocoma (fallida en el Siglo XXI), Caruachi (2005 – 20% de avance en 1998) y las Macaguas, ubicadas éstas últimas tres en la afluencia del Caroní en el Orinoco, hoy Ciudad Guayana.

Los ahora 68 años de series históricas de caudales del río Caroní conllevan una valiosa capacidad predictiva a futuro. La probabilística oferta de energía del río Caroní en el tiempo –energía limpia y renovable– es, justamente, el engranaje principal en la planificación del SEV y de la Economía.

¿Cuál es el problema?

La Energía es una sola: un MWh puede ser fabricado con diésel, fueloil y gas en centrales termoeléctricas, como también el mismo MWh puede ser fabricado con la fuerza de las aguas andinas y del Caroní en centrales hidroeléctricas. La generación termoeléctrica se dice determinista como quiera que su encendido es a voluntad del operador; en oposición, la generación hidroeléctrica se dice probabilística como quiera que su administración es función de los variables caudales de los ríos andinos y de Guayana.

Planta hidroeléctrica El Encantado 1896 (420 kW), Electricidad de Caracas.

Héte aquí la solución al problema: la fortaleza estratégica del magnífico Sistema Interconectado Nacional construido en las 3 últimas décadas del Siglo XX.

En 1967 tuvimos la primera línea de transmisión a muy alto voltaje, 400 kV, desde el Guri a El Tigre y de allí a Santa Teresa. En adición a la línea de 230 kV Macagua-Sta. Teresa (1965), Caracas y el Centro pudieron ahora también nutrirse de MWh del Guri, transportados desde el Caroní, y de MWh fabricados en las centrales térmicas de la Electricidad de Caracas y de CADAFE.

En los 70s y 80s, ya construida la Casa de Máquinas II de Guri (7.000 MW), la energía generada desde el Caroní se transportó al Centro y Occidente en 3 líneas a muy alta tensión, 765 kV (un voltaje sólo experimentado en 4 otros sistemas en el mundo): desde Guri a Malena (desembocadura del Caura en el Orinoco), desde Malena a San Gerónimo (Guárico) y de allí a la estación Sur y a las SE estaciones La Horqueta, La Arenosa y Yaracuy con extensiones a Centro-Occidente, Andes y el Zulia.

Un otro problema emerge entonces: cuantificar en tiempo real la mezcla óptima Hidro-Termo, de naturaleza probabilístico-determinista, a ser entregada al Sistema Interconectado Nacional.

En los años 80s, un grupo de ingenieros venezolanos, consultores e investigadores, diseñó y construyó una familia de modelos matemáticos, formulados bajo el método de la Programación Dinámica Estocástica, para el tratamiento de decisiones en secuencia. En cada etapa decisoria, un submodelo en Programación Lineal resuelve para el estado de mínimo costo, dando lugar a la formación de precios de equilibrio por vía de la solución dual. La trayectoria de mínimo costo dicta la operación y expansión del SIN en el horizonte de tiempo.

En cada etapa, los modelos probabilísticos generan hasta 2.000 series sintéticas, explorando un espacio de opciones a futuro para las aguas turbinables del río Caroní y en conjunto con la generación termoeléctrica complementaria.

El quid de los modelos matemáticos radica en no aliviar energía hidroeléctrica y en no quemar innecesariamente combustibles termoeléctricos en horizontes a futuro de 1, 5, 10 y 20 años. Dicho de otra forma: los modelos de planificación Hidro:Termo (PLHITER)[3] identifican la función de mínimo costo para los combustibles aguas del Caroní y de Los Andes en conjunto con los combustibles gas, diésel y fuel-oíl termoeléctricos. Se llama Despacho Económico de cargas y es la razón de ser de OPSIS.

Una vez contrastada lo oferta Hidro:Termo con la demanda de energía a satisfacer en el tiempo, la seguridad del SEV está al cuidado de una óptima operación y de la planificación de la expansión Hidro:Termo y de la Red Troncal de Transmisión. La Oficina de Planificación del Sistema Interconectado nacional (OPSIS) cultivó desde entonces una robusta solución a los problemas de operación diaria; una cuidadosa programación del reemplazo y mantenimiento del equipamiento de generación; una muy bien pensada expansión de los sistemas de generación Hidro:Termo y de la transmisión a muy altos voltajes desde el Caroní a los mercados de demanda del Centro-norte y Occidente del país.

No tener operación y planificación óptimas descoyunta las bondades del Sistema Interconectado. La improvisación y el empirismo de cuartel en la conducción del SEV explica la crisis eléctrica del Siglo XXI.

Ley del Servicio Eléctrico de 1999[4]

En septiembre de 1999 el Sistema Eléctrico Venezolano tuvo su primera Ley Eléctrica[5]. Por demás singular y admirable, el Sector Eléctrico (industrias, usuarios e instituciones) se condujo sin ley durante sus primeros 110 años de existencia.

El diseño y formulación de la Ley fueron contribuidos por el entero Sector Eléctrico a lo largo de (27) extensos e intensos debates durante los primeros 10 meses de 1999.

Valor agua y despacho económico, formación de precios de la electricidad en nodos de intercambio de la Red Troncal, competencia en generación, sinergias entre capitales públicos y privados y entre la Industria Petrolera Nacional y el Sector Eléctrico, criticidad en la producción de combustibles termoeléctricos, …fueron, entre muchos otros temas de naturaleza Ingeniería y Economía, los focos de atención que dieron nacimiento a la Ley Eléctrica.

Con ello, el SEV se deslindaría tempranamente de la (inútil y torpe) tentación legisladora queriendo arbitrar la esencia y existencia de un sistema físico-económico como lo es el Sistema Eléctrico[6].

Central Hidroeléctrica Macagua I.

Los abogados legisladores Alí Rodríguez[7] (ministro del MEM) y Alvaro Silva Calderón[8] (director general de Minas), fueron invitados recurrentes al foro eléctrico y, muy a pesar de sus sabidurías notariadas, fueron educados en materias que le eran (y tal vez hoy todavía lo son) desconocidas. En particular, el foro eléctrico rechazó figuras del tipo holding o casa matriz para el Sector Eléctrico, justamente lo que ocurriría 10 años más tarde con la creación de CORPOELEC.

Las siguientes seis circunstancias contextualizaron entonces la formulación de la primera Ley Eléctrica en 1999:

Privatización de las eléctricas estatales

Desde inicios de los 90s el Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV) detentaba una mayoritaria propiedad de las eléctricas estatales CADAFE y ENELVEN-ENELBAR. En noviembre 1996 el Ejecutivo le ordenó al FIV proceder a la privatización de estas empresas[9].

El FIV adelantó entonces procesos para el cambio de propiedad de las eléctricas estatales, pero sólo uno de ellos se concretó en octubre 1998: la empresa Sistema Eléctrico de Nueva Esparta (SENECA, de capitales argentinos), un bien definido territorio insular desprendimiento de CADAFE-Oriente.

Autoridades que fuimos en el gobierno que iniciara en enero 1999 (Director General de Electricidad en el Ministerio de Energía y Minas, 1999-junio 2001), requerimos al presidente del FIV, el insigne planificador Ing. Luis Alvaray, y a su Directorio, diferir el proceso de cambio de propiedad de las eléctricas estatales hasta tanto el entero Sector Eléctrico hubiese formulado su primera Ley a finales de 1999. Previsible pero reprochable, las inversiones en mantenimiento, reemplazo y expansión disminuían desde 1996. No obstante, un quid pro quo de 9 meses lo consideramos un tolerable riesgo vs identificación de necesarias institucionalidad y modelo organizacional del SEN.

Ineficiencias corporativas en CADAFE

Desverticalizando las empresas integradas quiso la Ley Eléctrica de 1999 achicar, si es que no erradicar, los conocidos males de CADAFE: casos de corrupción por sobrefacturación de proyectos y dilación en concretarlos.

Sin embargo, tan pronto se generalizó el dictum[9]: «hay que robar por si acaso la revolución fracasa», los males de CADAFE en el Siglo XX se enanizaron en presencia de los males del MENPET-PDVSA-CORPOELEC en el Siglo XXI.

Durante 2001-2005 la capacidad efectiva de generación por CADAFE fue, en promedio, de 1.215 MW, es decir: un 33% de su capacidad acreditada (3.721 MW) ante el Sistema Interconectado Nacional.

CADAFE pierde un 40% de su electricidad (energía no facturada) por robos en Baja Tensión y lo cual, en términos físicos y financieros, se traduce en unos 15 TeraWatios-hora/año, tanto como 1.5 veces la generación promedio de Caruachi (2.200 MW) y cuya inversión se ubica en 2.500 millones de dólares.

Durante 2001-2005 ocurrieron 316 interrupciones mayores de 100 MW en el Sistema Interconectado Nacional y de ellos CADAFE contribuyó 251 eventos (80%).

Durante 2001-2005 CADAFE administró 643 millones de dólares en 223 proyectos de transmisión (líneas y subestaciones) y, sin embargo, los proyectos finalmente ejecutados por CADAFE se corresponden con apenas 155 millones de dólares, es decir: un 24%.

Es inferible que 3 de cada 4 dólares asignados a inversiones en la CADAFE 2001-2005 tuvieron otro destino. A tal efecto, sea de interés conocer que en junio 2005 la Sub-Comisión especial de la Comisión Permanente de Finanzas de la Asamblea Nacional se ocupó de diagnosticar la gestión CADAFE y concluir lo siguiente:

(1) Establecer la responsabilidad política del ingeniero Nervis Villalobos[11], presidente de la empresa CADAFE, y de todos los integrantes de la Junta Directiva;

(2) La Junta Directiva y la gerencia de la empresa CADAFE es responsable de las cuantiosas pérdidas económicas y financieras citadas en este informe final y así se decide;

(3) Exhortar al Poder Ejecutivo nacional a la intervención de CADAFE y de sus filiales e investigar penalmente a las gerencias intermedias: Comercialización, Distribución, Facturación y Cobranzas;  

(4) … omissis.

Si crisis eléctrica es crisis política, tengo para mí que la actual crisis eléctrica es una coartada inducida desde 2003 por una agavillada clase política y en presencia de una creciente renta petrolera, fuente de corrupción y no sólo en el Sector Eléctrico. Más explícitamente: la revolución parió su nueva clase (re. Milovan Djilas).

Central Termoeléctrica Tacoa.

Institucionalizando el Sector Eléctrico

  • Elevar OPSIS al estatus autónomo de Centro Nacional de Gestión del Sistema Eléctrico y otorgarle plena autoridad -como Despacho Económico que es- para arbitrar la competencia entre las centrales de generación (operación óptima del SIN), en adición a planificar a mediano y largo plazo la expansión del SEV.
  • Instituir la Comisión Nacional de Energía o Ente Regulador del SEV, independiente del Ministerio de Energía y Minas, e integrado por profesionales de reconocida sabiduría y ética.
  • El usuario es la razón de ser del Servicio Eléctrico. Una vez reglamentados los derechos y deberes de los usuarios eléctricos, el Ente Regulador procede a establecer una red nacional de oficinas para el arbitraje de las relaciones entre los usuarios y las empresas de comercialización-distribución.

Reza el artículo 36: Las empresas de distribución de energía eléctrica tienen, entre otras, las obligaciones siguientes:

…Compensar los daños causados a sus usuarios como consecuencias de fallas en el suministro de energía eléctrica o mala calidad del mismo, de conformidad con esta ley y su reglamento.

Los usuarios del servicio eléctrico nacional tienen entre otros, los siguientes derechos:

…Obtener, por parte de la empresa encargada del suministro de electricidad, una compensación adecuada cuando la calidad del servicio no cumpla con las normas de calidad del servicio eléctrico que dice la Comisión Nacional de Energía Eléctrica, y el resarcimiento de los daños causados por fallas en el suministro de energía eléctrica.

Modelo Organizacional

La Ley Eléctrica de 1999 conceptuó un Modelo Organizacional de la Industria Eléctrica basado en separar actividades en las empresas integradas verticalmente, i.e.: empresas que generan, transmiten y distribuyen electricidad. Ellas eran: CADAFE, EDELCA, ENELVEN-ENELCO, ELECAR (EDC), ELEVAL y SENECA.

Con ello, el Ente Regulador tendría una mejor cuantificación de costos singularizados por actividad y, por ende, una mejor justipreciación regionalizada de las tarifas del servicio para las varias categorías de usuarios, valga decir: (a) residencial (alto consumo, general y social); (b) industrial (Guayana y petroleras, mediano consumo); (c) comercial y oficial (edificios de gobierno, alumbrado público, …).

Propiedad de las empresas eléctricas

  • La propiedad de EDELCA-Generación continuaría bajo titularidad del Estado. Se constituye la empresa Hidroelectricidad de los Andes, con participación de capitales nacionales, tomando de CADAFE-Occidente las centrales de generación hidroeléctrica en Los Andes: Uribante-Caparo en Táchira; Santo Domingo, Peña Larga y Masparro en Barinas; Planta Páez en Mérida.
  • Las empresas de generación termoeléctrica bajo capitales privados así permanecen (ELECAR, ELEVAL y SENECA), mientras que la generación termoeléctrica de propiedad estatal se privatiza (CADAFE, ENELVEN y ENELBAR), retomando con mejor arquitectura jurídico-institucional el camino iniciado por el FIV en 1996.
  • Se crea la Empresa Nacional de Transmisión (ENT), teniendo como activos las líneas a 230 kV, 400 kV y 765 kV (Red Troncal de Transmisión). La ENT existió fugazmente en 2001 (estudios ad hoc por EDELCA), factible de ser constituida con capitales estatales y privados.  La ENT es el signo = en la ecuación Oferta = Demanda, de allí que su robustez y expansión sean la columna vertebral del SIN.
  • Las empresas de distribución-comercialización se socializan a manos de trabajadores y usuarios, dando lugar a un mercado de formación de capitales. Las empresas de distribución-comercialización que se multipliquen tanto como para mejor acercar la electricidad al usuario; la pequeña Suiza tiene 300 empresas de distribución-comercialización y 3.000 la gran.

Tal era/es el modelo organizacional del SEN propuesto entonces (1999) y propuesto hoy (2020).

Vacatio Legis

En 2002 ocurren los eventos de Abril (el gobierno cae) y de Diciembre (rebeldía de un subconjunto de directivos de PDVSA, llamado también paro cívico). Recuperado el gobierno y capturada la colina PDVSA, una nomenklatura político-militar insurge y se apropia de la Nación, de sus nacionales y de sus recursos.

Planta Termoeléctrica Ramón Laguna.

En tal contexto de desorden institucional, entran en vacatio legis los procesos de transición al Modelo Organizacional establecido en la Ley Eléctrica de 1999.

Nuevos marcos regulatorios

La Ley Eléctrica de 1999 fue reescrita en diciembre 2001[12] y reformada en 2004, alegándose su encubrimiento de un indeseable plan neoliberal.

Entre 2005 y 2010, cuando ya la crisis eléctrica va in crescendo -a la par de la inusual renta petrolera 2004-2014- se dictan 4 resoluciones (eficiencia y ahorro, reglamentación de racionamientos, autogeneración por usuarios) y 2 decretos-leyes del Servicio Eléctrico.

La vigente Ley Eléctrica data del 14 de diciembre de 2010[13] y en ella (de inspiración punitiva habanera) destacan dos absurdos predicamentos:

    • La electricidad es declarada derecho humano (¿!)
    • El artículo 104 establece 14 de años de prisión para quienquiera que “indebidamente y con perjuicio para la República haya develado secretos concernientes a la Seguridad del Sistema Eléctrico Nacional, bien sea comunicando o difundiendo otras informaciones concernientes al Sistema”[13]

La crisis eléctrica

A finales del Siglo XX la capacidad instalada de generación era de 20 mil MW (de los cuales 12 mil MW en el Caroní) y la oferta disponible era de 15 mil MW ante una demanda de 11 mil MW, de manera que la holgura o reserva rodante era de 4 mil MW.

Desde 2003 en adelante, la demanda eléctrica fue forzada a disminuir y ello por el guión habanero que dicta la asfixia de la Sociedad para así desmovilizarla políticamente y, por dogma, la ruina de la Economía para así desaparecer la propiedad privada.

Primero fueron las expropiaciones, poco después escuchamos el cuento chino de los bombillos ahorradores y la culpabilización de los usuarios como derrochadores (los del Zulia, en particular); en paralelo los usuarios fueron conminados a generar su propia electricidad; siguió luego la coartada de apagar las industrias de Guayana (1.700 MW) para salvar a Caracas y el Guri (2009-2010); y, por vía de metástasis generalizada, ya venía ocurriendo el cierre de 2/3 de la actividad comercial e industrial (notablemente las industrias de manufactura del eje Maracay-Valencia-Puerto Cabello) y el desplazamiento de ca. 5+ millones de usuarios residenciales.

En 1999 hubo recursos, hubo planes, hubo un colegiado profesional, hubo Ley Eléctrica, hubo instituciones designadas, hubo el consensuado diseño de un Modelo Organizacional del SEV y hubo el tiempo, siendo que Demanda ≥ Oferta ocurre en 2006, cuando ya la intención en destruir el SIN, en des-interconectarlo, era más que una conjetura.

Era posible entonces conjurar la crisis eléctrica, pero no la intencionalidad del gobierno en provocarla.

Sería éste un problema endosable a la IV República por gracia de sus debilidades estratégicas en la construcción del SEV y de los desarrollos hidroeléctricos del Caroní durante la segunda mitad del Siglo XX.

Esta tal debilidad del Caroní fue abanderada por el ladino Alí Rodríguez quien, es mi conjetura, ya barruntaba desde 1999 su cubanización del SEV: “no se pueden poner todos los huevos en la misma canasta”, sentenciaba recurrentemente alardeando sabiduría.

El ideario revolucionario acopiaba así leña para mediatizar su fabulada Revolución Energética y constituir Estados Mayores Eléctricos, con no otra intención que la militarización del insubordinado río Caroní y cuartelizar el entero SEV. Y si tal fue la intención, así lo es hoy la destrucción.

Planta Termoeléctrica Planta Centro.

La solución revolucionaria en el Siglo XXI se fraguaría entones en inundar el SEV de plantas y planticas termoeléctricas –no importando dónde, no importando el tamaño, no importando la oferta de combustibles energéticos y, predecible, celebrando el despilfarro y la corrupción asociados.

Duchos en crear problemas para así fabricar sus soluciones y lucrarse con ellas, los ideólogos de la Revolución Energética avistaron un problema en los aleatorios caudales del río Caroní y, por supuesto, El Niño fue imputado en un crimen cometido por la Naturaleza contra el proceso revolucionario.

El problema revolucionario fue siempre el de solucionar la asignación de la inusual renta petrolera 2004-2014 ($1.3 millón de millones) y, con eficiencia, se empeñaron en fabricar toda suerte de subproblemas, siendo la crisis eléctrica uno de varios.

Corporación Eléctrica – CORPOELEC

En julio 2007 se promulgó el Documento de Constitución Estatutaria de la Corporación Eléctrica S.A.[15]. y en octubre 2009 fue creado el Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica[16], sus competencias antes adscritas al Ministerio de Energía.

CORPOELEC procedió entonces a engullir (sic) la propiedad de todas las empresas eléctricas, públicas y privadas, erigiéndose como monopolio del servicio eléctrico en contravía de la Constitución.

La monstruosidad que hoy es CORPOELEC inicia con el engullimiento (sic) de las empresas eléctricas estatales (EDELCA, CADAFE, ENELVEN-ENELCO) y de las privadas (EDC, ELEVAL, SENECA, ELEBOL), ya compradas por PDVSA en 2007. La creación de CORPOELEC en 2009 engatilló una crisis institucional cabalgante sobre la ya existente crisis estructural corporativa desde el 2003.

CORPOELEC es negación de institucionalidad, como quiera que el Estado deviene en monopolio del servicio eléctrico y patrón único de la clase trabajadora del Sector y, de facto, cercena los derechos de los usuarios eléctricos, los venezolanos todos.

En alguno de sus pintorescos pensamientos-diente-roto diría Alí Rodríguez, primer minpopo eléctrico, 2010-2011: hay resistencia a CORPOELEC porque hay querencias a las culturas empresariales históricas (burlando el rechazo a CORPOELEC de buena parte de los profesionales y trabajadores de las empresas eléctricas). Es esta infeliz criatura el mismo A. Rodríguez dragoneando en septiembre 2010: Venezuela ya resolvió (sic) el problema de la generación eléctrica…

Central Hidroeléctrica Macagua I, II y III.

CORPOELEC, en la praxis, es tácticamente la creación por el gobierno de un único patio de confrontación, hecho a su medida, para someter a las clases trabajadoras y profesionales del Sector Eléctrico. Apuesta al desgaste inducido por las potenciales disimilitudes entre sus varias culturas históricas y regionales.

Así, por ejemplo, nada más disímil que la cultura corporativa de un trabajador de Macagua y la de un trabajador de Planta Centro; nada más disímil que la cultura de un trabajador de la EDC y la de un trabajador de ENELVEN. Entiéndase bien: que sean disímiles no conlleva disonancias en actitudes y/o contradicciones de clase porque, a la postre, todas las culturas corporativas generan, transmiten y distribuyen electricidad. Que sean disímiles significa que sus misiones y visiones corporativas son diferentes histórica y geográficamente; que son diferentes en su tramado de realizaciones profesionales y en sus remuneraciones; que son diferentes en sus múltiples experiencias adquiridas en los mil y un espacios de la industria eléctrica.

En fin, si hay diferencias naturales… ¿Cuál es el costo-beneficio para los usuarios eléctricos y la Nación cuando se fusionan por fuerza a los trabajadores eléctricos? De ello no conocemos estudio alguno, tal vez porque nunca existió. Nos preguntamos qué se preguntaría un trabajador raso de CORPOELEC de conocer el despilfarro y corrupción impunes, cuando a diario sufre de carencias de cascos, botas, y herramientas para su trabajo de calle. En igual vena, nos preguntamos cómo explicaría Héctor Navarro[17] a un trabajador raso de CORPORLEC que sus reclamos por derechos laborales no honrados son asimétricos con los privilegios de quienes dicen dirigir la corporación eléctrica y PDVSA.

Respondidas estas preguntas, si algo van descubriendo los trabajadores y profesionales de CORPOELEC y PDVSA es que el gobierno socialistoide-militarista es un timador contumaz y que, en su intimidad estalinista, no los quiere porque la clase trabajadora organizada es un dique de contención al totalitarismo fascista. Tan no quiere a la clase trabajadora como tampoco quiere al conocimiento y a las clases profesionales. De allí que la raíz del proyecto socialistoide sea la desprofesionalización y, en su reemplazo, la insurgencia por asignación directa  de consultores y empresas iraníes, chinas, cubanas, brasileras, argentinas, etc. y todo posible por gracia de la renta petrolera.

En la demencial ideología política del Socialismo del Siglo XXI, CORPOELEC es la venganza histórica del Estado Comunal contra el Estado Burgués, ese construido con abundancia de electricidad en la segunda mitad del Siglo XX.

Los daños a la Sociedad causados por tan irracional aventura que es CORPOELEC no son sólo medibles en dineros, los hay también en vidas perdidas, crímenes de lesa Humanidad.

En septiembre 2015 murieron 7 prematuritos en el Hospital Luis Razetti de Barcelona por causa de una larga falla eléctrica y las incubadoras enfriaron. Un caso análogo ocurrió en el Pediátrico Menca De Leoni, el 14/2/2018, en Guayana, donde la falla eléctrica duró un lapso de 4 horas, y la planta eléctrica del Pediátrico no funcionó, por lo tanto “fallaron las presiones del aire comprimido y del oxígeno, y el saldo fue 6 recién nacidos muertos en el transcurso de doce horas”.

Existen muchos cientos otros casos de muertes en clínicas y hospitales por fallas eléctricas. Son crímenes dolosos, causados por criminales del Socialismo XXI, y tengo para mí que son de infinito mayor daño que las estafas eléctricas y blanqueo de capitales que desde Andorra, Madrid y NY a diario nos descubre la justicia internacional.

Conclusiones

La crisis eléctrica pudo ser conjurada: en 1999 hubo recursos, hubo planes, hubo un colegiado profesional, hubo Ley Eléctrica, hubo instituciones designadas, hubo el consensuado diseño de un Modelo Organizacional del SEV y hubo el tiempo, siendo que Demanda ≥ Oferta ocurre en 2006, cuando ya la intención en destruir el SIN, en des-interconectarlo, era más que una conjetura.

Central Hidroeléctrica Caruachi.

La crisis eléctrica es, en esencia, una crisis ética y de conocimientos engastada en una crisis política. La crisis ética, invisible para muchos, ya venía larvando en el hambre de dinero y en la sed de venganza. La crisis política inicia desde los hechos del 2002 (abril y diciembre), cuando la clase política en funciones puso en movimiento sus carencias éticas y su indigencia intelectual. Valga decir: la clase política del Socialismo del Siglo XXI es en si misma una crisis política. Ocurriendo la inusual renta petrolera 2004-2014, esta clase política activó un proyecto anti-Venezuela: destruirla para dominarla.

Recomendaciones

  • Reivindicar la entera Ley Eléctrica de 1999: su conceptualización, sus instituciones y el Modelo Organizacional de la Industria Eléctrica.
  • Antes que nada, rearmar Electrificación del Caroní, con ayuda de naciones de tradición hidroeléctrica (Canadá y Noruega) y con fabricantes occidentales de equipamiento hidroeléctrico (Alemania, Austria, Chekia, Japón).
  • Diseñar un fondo de capitalización para la reconstrucción del Sistema Eléctrico.

Notas:

[1] R. Tellería -ingeniero electricista graduado en la UCV 1951, segunda promoción-, integró la Comisión de Estudios para la Electrificación del Caroní (1954) bajo la conducción del entonces mayor Rafael Alfonzo Ravard, dando lugar más tarde a la Cía. Anónima Electrificación del Caroní (EDELCA, 1963) y de la cual fue su primer gerente (1963-1978).
[2] Libro publicado en Caracas, 2014-2016, en ediciones limitadas, A. Alazrachi editor y Jorge Pirela prologuista.
[3] IDESE, Ing. A. De Lima et al.
[4] Decreto-Ley del Servicio Eléctrico, GO 36.791 del 21/09/99.
[5] una de un conjunto de leyes cedidas por la Asamblea Nacional bajo un primerizo mandato habilitante a la Administración Chávez que entonces iniciaba en febrero 1999 (hubo otras dos habilitantes: 2004 y 2007).
[6]  La Industria petrolera nacional no pudo escaparse de los atavismos legislativos de A. Silva Calderón y su ley petrolera del 2001, esa que establece 30% de regalías (¿por qué no 29% o 78%).
[7] Alí Rodríguez Araque es una criatura ya prefigurada como diente roto por P.E. Coll, 1932, y como cínico por O. Wilde: conoce el precio de todo y el valor de nada. No desmiente ser abogado (UCV, 1961), aun cuando sus contemporáneos consultados no lo recuerdan estudiante en la Facultad de Derecho de la UCV (eran tiempos de asalto) y, mayor ironía, vocea haber sido abogado laboralista, si acaso alguna vez ejerció, pero los trabajadores de CORPOELEC aún esperan se les honre “el mejor contrato”, aquel firmado por alicito en 2010, siendo ministro de electricidad, ese que reunía las mejores conquistas sindicales de los trabajadores de EDELCA, EDC Y CADAFE.
[8] Alvaro Silva Calderón es un combatiente legislador de toda laya, todo lo sabe, pero poco entiende.
[9] Decreto Nº 1.558, Gaceta Oficial Nº 36.085.
[10] Así habló Alí Rodríguez Araque al autor, algún día a inicios de 2001, Ministerio de Energía y Minas.
[11] Ingeniero de ENELVEN, de rango medio y de mediocre desempeño, es insertado en el MEM del 2000 como especialista en láminas de Power Point. Haría fortuna, así creyó, medrando en la Revolución Energética del Siglo XXI bajo la protección de J. V. Rangel y en colusión con R. Ramírez y Javier Alvarado desde PDVSA-BARIVEN.  Informa el diario El País (Madrid), 27 de Octubre 2017: La captura de Nervis Villalobos, Luis Carlos De León, Rafael Reiter y César Rincón ocurre por una solicitud de la Fiscalía de Houston. Todos, del entorno de Rafael Ramírez, estarían involucrados en lavado de dinero. En junio de 2018 un juzgado español congeló sus bienes como parte de las investigaciones que adelanta la nación europea sobre el blanqueo de capitales provenientes de la estatal petrolera PDVSA.  Conexión Andorra y Banco Madrid, 2015.
[12] Ley Orgánica, GOE 5.568.
[13]  GO 39.573.
[14] En este (no tan divertido) contexto nótese que OPSIS entró en un apagón informativo en 2010 y sólo 4 ediciones (2010-2013) se conocen del Anuario del Ministerio de Electricidad.  En Octubre 2014 la Fiscal 20 Katherine Harrington con Competencia Nacional Plena (¿!) imputó por terrorismo eléctrico (sic) a los ingenieros M. Lara, J.M. Aller y V. Poleo, miembros del Grupo Ricardo Zuloaga (2007); por igual han sido imputados y asediados ex directivos de ENELVEN, trabajadores de CORPOELEC, periodistas y analistas del Sector Eléctrico, y directivos de la Asociación Venezolana de Ingenieros Electricistas y Mecánicos (AVIEM) y del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV).
[15] GO 38.736 del 31/07/07
[16] GO 39.294 del 28/01/09
[17] Sucede a Alí Rodríguez en el Ministerio de Electricidad, 2012-2013.  Si bien graduado de ingeniero electricista en la UCV carece de ingenio y de oficio.

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