Alias “Boliche”, el delator de Alex Saab, de Mancuso y de Carlos Castaño

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Alias Boliche ha cooperado con los fiscales de EEUU en los casos de Álex Saab, Salvatore Mancuso y Carlos Castaño. / Archivo El Espectador y archivo particular / Archivo.

Bagley, arrestado en noviembre de 2019, será sentenciado el 1º de octubre próximo. Mientras Estados Unidos sigue buscando a los “lavadores” del régimen de Nicolás Maduro


 

El Espectador (Colombia) – 15/07/2020

Según Mancuso, Jorge Luis Hernández Villazón introdujo a las AUC en el narcotráfico. Ahora, tal parece, es testigo protegido del gobierno de Estados Unidos y fue clave para que la justicia de ese país pudiera formularle cargos al barranquillero Álex Saab, un presunto testaferro de Nicolás Maduro que fue capturado en junio de este año en Cabo Verde (África).

Muchos aspectos sobre la vida personal y delictiva del exparamilitar Jorge Luis Hernández Villazón, alias Boliche, son todavía un misterio, pero se sabe lo suficiente para entrever que este hombre ha sido clave en la historia de colombianos seriamente emproblemados con la justicia estadounidense. Nació en Valledupar (Cesar) y creció en una familia de clase alta. Es sobrino del embajador, exministro y exsenador Crispín Villazón de Armas, y primo de José Hernández Aponte, mejor conocido como Ñeñe Hernández, quien fue asesinado en 2019 en Brasil en medio de un robo.

Hernández Villazón se convirtió en el hombre de confianza de jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) como Salvatore Mancuso, Carlos Castaño y Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, a quienes les manejaba las finanzas. Tanto así que Jaime Pérez Charris, un hombre que se convirtió en el testigo estrella de la Corte Suprema por entregar detalles de las actividades delictivas de las AUC, a las que perteneció por siete años, dijo a la revista Semana que alias Boliche “era la mano derecha de Mancuso y lo quería como a un hijo porque era el único en el que confiaba para que le sacara la droga del país”.

Pérez Charris aseguró entonces que él, a su vez, se convirtió en la mano derecha de Boliche, quien vivía en una lujosa casa del barrio Villa Campestre (en el norte de Barranquilla) y era vecino del exsenador Dieb Maloof, condenado en 2008 por nexos con paramilitares. “En ese momento no había comenzado la campaña pero mi jefe (Boliche) dijo: el man va a ser senador. Maloof era suplente y después se pegó la disparada. Como al mes, se volvieron a reunir con Jorge 40 en una finca, en San Ángel (Cesar), que era el cuartel general donde llegaban los alcaldes y se discutían los nombramientos. Como al mes Boliche me entregó en su casa $800 millones y me dijo: pase a la casa de enseguida y llévele esto a Maloof. Él simplemente me recibió el paquete”.

Agregó que Boliche tenía fama de “coronar” (tener éxito con los cargamentos de droga) y que por eso le sacó toneladas de droga a Mancuso. “Pero el jefe (quien siempre negó haber tenido una relación cercana con Pérez Charris y lo tildaba de mentiroso) tenía un problema, quería comprarlo todo y después andaba enculebrado. Una vez se gastó la plata de adelanto que le dieron para mandar una coca de Nicolás Vergonzoli –se dice que fueron más de $10.000 millones–”. En esa ocasión, Mancuso lo defendió, le salvó la vida. Pero, en cambio, Boliche lo traicionó. (Denuncias de Álvaro Uribe y Bancóldex desencadenaron investigación contra Alex Saab).

Así lo confirmó el mismo Mancuso, quien, en una versión libre desde Estados Unidos que dio en 2009, afirmó que Boliche le robó un cargamento de cocaína, por lo que los paramilitares ordenaron su asesinato, pero alcanzó a escaparse con su familia por La Guajira. Pérez Charris dijo que quien lo sacó a la frontera fue el mayor Jesús Orlando Barón, quien ese momento era el jefe del Gaula en Barranquilla. El carro era una camioneta Mitsubishi Nativa Roja que le habría prestado MaloofBoliche para que huyera con su esposa y su hijo recién nacido.

Llegó a Venezuela, empezó a negociar con las autoridades estadounidenses y hacia 2001 empezó a colaborar con la Administración para el Control de Drogas (DEA). La información que entregó agilizó los procesos en contra de sus exsocios Salvatore Mancuso y Carlos Castaño quienes, el 24 de septiembre de 2002, fueron acusados formalmente por la justicia norteamericana de traficar más de 17 toneladas de cocaína a los Estados Unidos y Europa desde 1997. Según Mancuso, en ese negocio con Boliche estaba metido también Jorge 40, quien, al igual que Mancuso, fue extraditado a EE.UU. por cargos de narcotráfico en 2008 y condenado por ello mismo.

Boliche, sin embargo, no ha estado un día en prisión, aunque Mancuso ha sido contundente en sus declaraciones contra él. De acuerdo con el exjefe paramilitar, quien fue sentenciado a 15 años y 10 meses en Estados Unidos -condena que ya pagó-, fue Boliche quien les ofreció a las AUC vincularse con el narcotráfico con el propósito de financiarse. “Él nos dijo, yo podría llevarlos a ustedes en unas operaciones estas de narcotráfico, para que se financien y tengan mayores ingresos, yo consulto a mis comandantes superiores, dicen que no hay inconveniente que, nos vinculemos a es [e] tipo de actividad…”, dijo Mancuso en 2009.

Dos años atrás, en otra versión libre de Mancuso conocida por este diario, el exjefe “para” señaló que los paramilitares incursionaron “en el negocio de transformar la base de coca en clorhidrato de cocaína para vender el producto terminado” en unos laboratorios del bloque Mineros con clientes como Orlando Henao, el Hombre del Overol, y Rasguño (Luis Hernando Gómez Bustamante), ambos jefes del cartel del norte del Valle; con Vergonzoli, quien, según dijo Carlos Castaño a medios de comunicación en 2000, era un narcotraficante que terminó trabajando con la DEA para que se entregaran capos colombianos; y Boliche.

En 2012, en una audiencia pública que involucraba a Mancuso, la Fiscalía mencionó que con Boliche los paramilitares comercializaron hasta 10 toneladas de cocaína y que este se radicó en Estados Unidos “después de un proceso de negociación con ese país”. De acuerdo con un informe de InSight Crime, al parecer, Boliche resultó inmerso en un proceso de deportación que al final logró evadir gracias a la Convención contra la Tortura, una norma internacional que obliga a las cortes de inmigración estadounidense considerar si es probable que el solicitante sea torturado o asesinado por su propio gobierno en caso de que sea deportado. Para obtener esa victoria, un académico estadounidense llamado Bruce Bagley resultaría esencial.

El rol de “Boliche” en el caso Saab

El primer punto de encuentro entre Boliche, Álex Saab y Bruce Bagley se remonta a una audiencia oral relacionada con el proceso de deportación del primero, en la que el profesor Bagley, especialista en crimen organizado y escritor de numerosos libros, confirmó que el colombiano podría ser víctima de tortura o asesinato en su país. Era normal que Bagley realizara este tipo de intervenciones en calidad de experto, pues era profesor de la Universidad de MiamiBoliche y Bagley quedaron en contacto.

Esa relación facilitó que Boliche conectara a Bagley con el empresario colombiano Álex Saab, señalado de ser uno de los testaferros del gobierno de Nicolás Maduro, capturado desde el pasado 12 de junio en Cabo Verde (oeste de África) y pedido en extradición por Estados Unidos, que a su vez lo acusa de corrupción y blanqueo de capitales. Los tres habrían participado en el lavado de dinero que provenía de un esquema de corrupción en Venezuela de una manera simple: Saab transfería el dinero a Boliche a través de cuentas bancarias del profesor Bagley.

Así lo confirmó el profesor Bagley en una audiencia el pasado 1° de junio, en la que el académico admitió haber recibido una transferencia de dinero en enero de 2019, proveniente de una cuenta del extranjero, a nombre de Saab. Bagley entregó el 90% del monto que recibió a Boliche y se quedó con el 10% restante como comisión. El objetivo de esos movimientos era camuflar la transferencia directa entre SaabBoliche. La transacción se repitió en febrero del mismo año. Según la Fiscalía estadounidense, el monto total de las dos transacciones fue de US$474.000 (unos $1.500 millones al cambio hoy). El FBI rastreó 10 giros a Bagley entre noviembre de 2017 y octubre de 2018 desde cuentas bancarias en Emiratos Árabes y Suiza. (Alex Saab, una caja de sorpresas)

Bagley, arrestado en noviembre de 2019, será sentenciado el 1º de octubre próximo. Mientras Estados Unidos sigue buscando a los “lavadores” del régimen de Nicolás Maduro. Boliche, posiblemente, sirvió de intermediario para dejar en evidencia a Saab y se da por sentado que participará como testigo en contra del barranquillero. Tanto así que, según El Tiempo, fuentes federales aseguraron que Boliche aportó datos relevantes sobre Saab, que incluso podrían llevar a procesar a otras ocho personas. (Álex Saab se alista para dar la pelea y contrata al exjuez español Baltasar Garzón)


  • Artículo publicado en El Espectador el día 14/07/2020

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