Los barriles ficticios de PDVSA

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Acabaron con Pdvsa y ahora se ofrecen para recuperarla. ¿Incendiarios haciendo papel de bomberos? ¿Alguien podría creerles?

Lo peor de estas ficciones, o fábulas, o lumpias, es que se las cuentan a un pueblo que ellos mismos (la “revolución” bonita) dejaron sin divisas y sin gasolina por la increíble destrucción de Pdvsa, única en los anales de la historia petrolera


 

Rafael Gallegos Castro / Venergia.org (Venezuela) – 02/03/2021

Hasta ahora había dos maneras de comprar barriles de petróleo. La de barriles “reales” y la de “futuros”. Son “reales” cuando el comprador selecciona su petróleo, acuerda el pago y se apropia. Y “futuros” cuando el comprador ofrece un precio para una fecha determinada, digamos 50 $ por barril, y el vendedor acepta. Cuando llega la fecha el barril de petróleo puede costar 60 $, en ese caso pierde el vendedor porque realiza a un precio menor que el del mercado, y gana el comprador. Y claro, podría ser al revés. Así se mueve el mundo de los hidrocarburos.

La “revolución” ha introducido en el mercado una innovación: el petróleo ficticio. Unos barriles de mentirita que ofrecen hoy y nunca aparecen. Con el debido respeto a Julio Verne y sus maravillosas novelas de ciencia ficción, se trata de algo así como novelas de petróleo ficción. Tantas, que ya pueden hacer una biblioteca de petróleo ficción. Veamos algunas obras:

La Siembra sin cosecha de Ramírez

El buscado y nunca encontrado Rafael Ramírez, por órdenes de su jefe Chávez ofreció en un plan llamado “Siembra petrolera”, producir cinco millones ochocientos mil barriles. ¿Dónde están?, pura ficción. De haberlo cumplido, seríamos el cuarto productor petrolero del mundo, tras los tres mosqueteros Estados Unidos, Arabia Saudita y Rusia, ¿qué tal?

Y al contrario, hoy somos el décimo… de la OPEP. ¡Qué vergüenza!

El millón de barriles de Quevedo

Luego, aquel general presidente de Pdvsa llamado Quevedo, creyó que producir petróleo era soplar y hacer botellas y ofreció elevar la producción en un millón de barriles por día. En lugar de ello, o al revés, durante su gestión la producción bajó un millón de barriles. O sea, el general presidente nos quedó debiendo: dos millones de barriles. ¡Y sin sanciones!

El millón y medio de barriles del Ministro

Y ahora, el ministro de petróleo ofrece para fin del 2021, que la producción de petróleo llegará a un millón quinientos mil barriles por día. ¡Asombroso!

Ya rebasaron los límites de la ciencia ficción, que me perdonen los críticos literarios; pero creo que llegaron a la fantasía ficción. Porque además de lo inverosímil de la cifra, lo harán sin taladros (¿dónde estás Ripley?), sin estudios de yacimientos, con los campos abandonados y desvalijados, con salarios de hambre por lo menos treinta veces inferiores a los que paga cualquier petrolera en el mundo, sin dólares para invertir (miles de millones de dólares por año), con una empresa insolvente y desprestigiada; sin socios que quieran asumir, ni siquiera como remate, una Pdvsa en emergencia.

Además, sin los 23.000 técnicos (la mitad de la nómina de la época) expulsados ilegalmente en 2002/03 que –no busque más– es el origen de la destrucción de Pdvsa y de la escasez de gasolina que hoy padecemos los venezolanos.

¿Milagro petrolero?… Un milagro sería la única manera de llegar al millón y medio de barriles. Y como guinda de la torta, tienen el tupé decir que han recuperado las refinerías… sin comentarios.

Saquemos cuentas

Si hoy Pdvsa produce menos de 500.000 barriles por día (el ministro dijo 600.000…)  y estamos en marzo, les quedan nueve meses para llegar a un millón quinientos mil. O sea, saque cuentas, un millón de barriles adicionales en nueve meses.

Si se agrega la declinación (unos 250.000 barriles), deberían generar para llegar a la meta, nada menos que un millón doscientos cincuenta mil barriles en nueve meses. Es decir 140.000 barriles por mes. Por Dios. Y eso suponiendo que consiguieran los taladros inmediatamente como por arte de magia (petróleo ficción). Sin plata, sin taladros, sin estudios. Seriedad, señores.

¿Será que parafrasean a Antonio Machado y creen que se hace petróleo al andar? De ser así, tendrían que caminar más que Forrest Gump.

Gas a México

Y ahora resulta que exportaremos gas a México, oootra ficción más. Asombroso en una Venezuela con un gigantesco déficit en las bombonas de gas de las amas de casa, de gas para las industrias eléctrica, de aluminio, de hierro y para muchas más; además, sin gas para mantener la presión de los yacimientos. Adicionalmente, el desperdicio de gas se observa en los mechurrios rojinegros en las zonas petroleras. Falta de gerencia, equipos y mantenimiento, que obliga a arrojarlo a la atmósfera. Y aunque usted no lo crea, el gobierno ofrece –nada menos- que exportar gas a México.

Algo así como decir: yo no tengo plata, pero no se preocupe que yo lo financio. ¿Con qué?

¿Recuerdan el imposible gasoducto de Chávez que iba a atravesar Suramérica? El comandante “eterno”, ante la incredulidad de cualquier técnico petrolero serio, ofreció exportar gas a países de Suramérica por un gasoducto Venezuela–Argentina, que iba a construir atravesando la selva del Amazonas. Por cierto, fue la primera obra de petróleo ficción de la “revolución”.

El recordado Alberto Quirós Corradi hizo una parodia con el cuento del cura que explicó a su Obispo por qué no sonaban las campanas de su capilla. Había monaguillo entrenado, había sogas, había misa… ¿y entonces?, preguntó el Obispo.

Su Eminencia, es que no hay campanas –contestó el cura.

En nuestro caso podríamos decir Su Eminencia, es que no hay gas. Ergo, no podemos exportar. Es muy simple, ni siquiera hay gas para el consumo interno, cuantimenos para exportación. Así que, queridos manitos, no se emocionen. Busquen por otro lado.

Claro, a menos que el gas sea el asociado al millón y medio de barriles de petróleo ficticio que producirá Pdvsa en diciembre. ¿Exportación de gas ficticio? Toda una innovación. Nunca se sabe.

Burla a los venezolanos

Lo peor de estas ficciones, o fábulas, o lumpias, es que se las cuentan a un pueblo que ellos mismos (la “revolución” bonita) dejaron sin divisas y sin gasolina por la increíble destrucción de Pdvsa, única en los anales de la historia petrolera.

Una burla a un pueblo que sufre y pasa hambre. Comemos diez veces menos carne que cuando el oprobioso capitalismo pre “revolución”. La mitad de los niños están desnutridos. ¿Para eso era la “revolución”? Y por cierto, ¿para eso quieren seguir en el poder?

Cuando no logren la meta de los flamantes millón y medio de barriles –que júrelo no van a lograr– ya encontrarán un culpable. En eso, son muy eficaces. Tal vez sea Biden.

Acabaron con Pdvsa y ahora se ofrecen para recuperarla. ¿Incendiarios haciendo papel de bomberos? ¿Alguien podría creerles?

Lo único que nos falta es que nos echen otro cuento, el cuento de la Caperucita, por lo roja; o el de Pinocho, por la mentira.

Abuelita, que nariz tan grande tienes.


  • Ingeniero de petróleo, Consultor Gerencial Independiente.

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