Ruperti engañó a empresario griego y usó sus barcos para eludir sanciones

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Evangelos Marinakis, propietario del clun de fútbol Olympiakos, está tras un juicio legal contra Ruperti por intentar violar sanciones con sus embarcaciones. (Archivo)

Uno de los hombres más poderosos de Grecia está tras un juicio legal contra el magnate venezolano Wilmer Ruperti por intentar violar las sanciones contra el régimen chavista


 

Sabrina Martín / PanAm Post (Latinoamérica) – 30/06/2020

El magnate venezolano Wilmer Ruperti, quien mantiene negocios con el régimen de Nicolás Maduro, estaría enfrentando una batalla legal en Estados Unidos. No solo habría violado las sanciones estadounidenses, sino que además estaría involucrado en una trama de piratería en alta mar.

Un reportaje de AP reveló que uno de los hombres más poderosos de Grecia, Evangelos Marinakis, propietario del club de fútbol Olympiakos en su país y del Nottingham Forest en Inglaterra, está tras un juicio legal contra Ruperti por intentar violar sanciones con sus embarcaciones.

Se trata del petrolero Alkimos, anclado en la costa del Golfo de Texas con una carga de 100.266 barriles de gasolina; carga que fue incautada porque presuntamente terminaría en Venezuela.

Este barco es propiedad de Brujo Finance Company, una compañía registrada en las Islas Marshall, pero su operador, cuyo nombre y logotipo corporativo están pintados en el barco, es Capital Ship Management, que opera una flota de 54 petroleros.

«El miércoles, los oficiales federales en Houston están programados para subastar la carga del barco: se estima que 100.266 barriles de gasolina de alto octanaje valen más de USD$ 5 millones. La subasta es en respuesta a la orden del juez Lynn Hughes de incautar la carga, que probablemente habría terminado en Venezuela, mientras continúa el arbitraje sobre un embargo preventivo de USD$ 1,7 millones», señala AP.

Durante meses, Estados Unidos ha estado tratando de cortar los envíos de combustible hacia y desde Venezuela, con la esperanza de acelerar la caída de la dictadura liderada por Nicolás al privarla del ingreso petrolero.

De acuerdo con la agencia de noticias, la disputa legal inició cuando el Alkimos fue contratado para entregar gasolina a Aruba. Las instrucciones de envío indicaban que la carga sería transferida en el mar a otro barco que había visitado constantemente puertos venezolanos. Además, ES Euro Shipping SA, la compañía registrada en Suiza que fletó el Alkimos, es propiedad de la familia Ruperti, vinculada al régimen de Maduro.

Ruperti dice que el magnate griego le robó

Cuando la carga iba con destino a Aruba, los propietarios del Alkimos comenzaron a sospechar que algo estaba mal. El punto de encuentro con el otro barco, el Beauty One, se encontraba en mar abierto, a 50 millas al oeste de Aruba, en la costa norte de Venezuela, en lugar de un área designada por las autoridades de Aruba para las transferencias de combustible de barco a barco. Además, el supervisor del  arriesgado procedimiento, ATM Marine Services, era desconocido.

«Después de que pasaron dos plazos para proporcionar órdenes de viaje alternativas, los Alkimos dieron la vuelta el 26 de abril y se dirigieron a Houston. Pero primero le informó a ES Euroshipping que buscaría un gravamen sobre la carga por $ 1,7 millones para compensar las pérdidas, incluyendo $ 500.000 en tarifas que acumuló a la deriva durante tanto tiempo».

Euro Shipping sostiene que Capital Ship Management y los propietarios del barco robaron la carga, mientras que el magnate griego asegura que fue engañado.

Cabe destacar que dos altos funcionarios de EE. UU. le revelaron a la agencia de noticias Reuters que el Gobierno de Donald Trump está detrás de Ruperti por haber enviado combustible a Venezuela desde Trinidad y Tobago.

Ruperti y el chavismo

De acuerdo con la agencia de noticias, en 2002 Ruperti alquiló una flota de petroleros rusos para ayudar al entonces presidente Hugo Chávez a romper el paro que emprendieron los trabajadores de Pdvsa.

En marzo de 2020, otra compañía suiza que él controla facturó a Pdvsa por un adelanto de 12 millones de euros con el que planeaba comprar hasta 250.000 barriles de gasolina. Para sortear las sanciones estadounidenses, la compañía abrió una cuenta bancaria en euros y rublos en el Derzhava Bank con sede en Moscú.

Los lazos de Ruperti con el régimen de Maduro son estrechos al punto de haber pagado la defensa legal de los «narcosobrinos» en Estados Unidos y también la del exgeneral chavista Hugo «el Pollo» Carvajal.

Las investigaciones sobre el magnate venezolano surgen luego de que la chavista Delcy Rodríguez se reuniera con el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley.

De acuerdo con Daily News, el hijo del magnate venezolano, José Guillermo Ruperti, habría realizado un pedido de gasolina a la estatal trinitaria Paria Fuel Trading Company. Se trata de 150.000 barriles que la empresa habría comprado y que tendría como destino del cargamento la isla de San Eustaquio, en las Antillas menores.

«Los problemas aparecieron cuando Euro Shipping pidió a Paria autorización para que la empresa venezolana IC Global participara de la operación. La gerencia de la estatal trinitaria se comunicó directamente con José Guillermo Ruperti para advertirle que, según las cláusulas del contrato, el combustible no podía terminar en Venezuela debido a las sanciones. El 21 de abril, un día después de que partiera el buque Aldan, con bandera liberiana, el empresario solicitó entonces un cambio de destino del envío: quería que el cargamento llegara a Aruba», señala el Daily News.

Todo indica que tras la escasez de gasolina en Venezuela, el chavismo estaría utilizando a Ruperti para ingresar combustible al país y así evadir las sanciones internacionales. De hecho, el 26 de abril llegó a Venezuela un cargamento de 150.000 barriles que coincide con el que habría salido de Trinidad, solo que como vendedor aparece la empresa Maroil Trading, registrada en Panamá y que también sería de Wilmer Ruperti.

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