Venezuela negocia vender 50.000 barriles/día a la Reserva Estratégica de Petróleo de los EEUU
Víctor J. Poleo Uzcátegui / Soberania.info – 29/04/2003
Free Market Petroleum
Free Market Petroleum es una recién creada compañía de responsabilidad limitada, subsidiaria de Free Market Holdings, Delaware, y con oficinas en Rockefeller Center, Nueva York. La única razón mercantil de Free Market Petroleum es pactar transacciones petroleras y financieras con la República Bolivariana de Venezuela.
Free Market Petroleum mercadea crudos venezolanos para la Reserva Estratégica de Petróleo de los EEUU y asiste a la República Bolivariana de Venezuela en arreglarle el pre-pago de cuentas por cobrar mediante el programa de “regalías en especies” del Departamento de Energía.
Free Market Petroleum cultiva las habilidades negociadoras de sus ejecutivos para relacionar gobiernos a futuro.
Cambio de Paradigma
Rafael Ramírez, Ministro de Energía y Minas, vende crudos[1] a Free Market Petroleum y ésta, a su vez, los revende a una agencia del gobierno de los EEUU ¿Un MEM broker de crudos y productos? Si. Cambio de paradigma: el regulador es también operador.[2]
La Ley Orgánica de Hidrocarburos[3] “otorga, en forma expresa, competencia al Ministerio de Energía y Minas en cuanto a la administración de los hidrocarburos y le confiere el derecho y la obligación (sic) de realizar… (omissis)…. todas las actividades que con dichas sustancias se realicen”.
Terrorismo y CIA
La Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD)[4] agrupa distinguidos filántropos de EEUU comprometidos en erradicar el terrorismo mundial, en entera coincidencia con la agresión militar a Irak por el directorio petrolero de Washington.
James Woolsey , director de la CIA 1993-1995, es consejero principal de FDD. La directora de FDD es Jeanne Kirkpatrick, representante de los EEUU ante la ONU durante 1981-1985 e instigadora de agresiones al estado terrorista de Siria[5] en noviembre de 1999. El Presidente de FDD es Jack Kemp[6], también representante de Free Market Petroleum en la compra de crudos a la República Bolivariana de Venezuela.
El General Powell abriga dudas acerca de la democracia en la República Bolivariana de Venezuela[7], a la cual recurrentemente acusa de simpatizar con naciones estigmatizadas por Washington como terroristas: Irak, Siria, Irán, Libia.
Washington
Aires Barreto, vicepresidente de PDVSA y ausente durante el embargo petrolero de diciembre 2002, inició desde mediados de enero 2003 la formulación del contrato MEM-Free Market Petroleum, asistido por un cierto ingeniero reingresado el 14 de diciembre 2002 a la industria petrolera estatal y broker petrolero desde 1997 en Florida y Singapur. PDVSA se hizo fiador del contrato en una operación ajena a su objeto social y su presidente neutralizó la natural participación de Comercio y Suministro en la ejecución.
El contrato Free Market Petroleum es difuso (¿cuánto valen las regalías y quién, y cómo, las paga a quién?) y alegre en la justipreciación CIF-Golfo del crudo Mesa 30 (WTI menos 2.50 $-b!). El comprador, Free Market Petroleum, impuso su opción de vender crudos a un destinatario distinto a la Reserva Estratégica de los EEUU. Las leyes de la ciudad de Nueva York regirán el arbitraje de diferencias jurídicas y/o comerciales entre las partes, en idioma inglés, bajo las reglas de la Cámara Internacional de Comercio (ICC).
El contrato MEM-Free Market Petroleum compromete durante 3 años un volumen acumulado de 55 millones de barriles, 8% de la Reserva Estratégica de los EEUU, y su factura es ubicable en 1.000-1.400 millones de US$.
Las dificultades financieras de la República, transitorias, podrían explicar un contrato tal, injustificable políticamente cuando el destinatario es agresor de una nación aliada, Irak.
La motivación última es otra: Venezuela solo tiene para negociar su petróleo. Una transición negociada precisa de un específico grupo de presión política en Washington, Free Market Petroleum, y de un cierto embajador en Washington.
Transición negociada – Chavismo sin Chávez
Abundan opciones para vender crudos de 30° API en los mercados mundiales del petróleo, con o sin brokers, y no importando cuán numéricamente discreto sea su volumen, 50.000 b/d como es el caso del contrato MEM-Free Market Petroleum.
Dice el ministro[8] de Energía: “Estamos ensayando colocar algunos volúmenes de crudo para obtener el mejor dividendo de la nación”. Tal ensayo es una coartada. Free Market Petroleum es vaso comunicante de la nueva PDVSA con el lobby petrolero de Washington, necesario para negociar la transición a un futuro gobierno.
Mientras tanto, la nueva PDVSA mantiene intacta la maquinaria desestabilizadora de la vieja PDVSA. Intacta la familia de 90 empresas en territorios extranjeros, agravada con la cesión a CITGO de la entera facturación internacional. Intacta la vinculación con SAIC, en estado de indefinición intencional. Intacto, radicalizado, el Plan Giusti expansionista y privatizador, agenda de la Coordinadora Democrática.
Lo que, a nuestro juicio, hace de esta situación una especial situación es la desmovilización del debate petrolero en la calle, alentado por la nueva PDVSA. “Salvamos PDVSA”: ¿quién la salvó y de quién?. Esta contradicción -es decir, esta coincidencia– es la que explica por qué no interesa al capitán notariado que preside PDVSA[9] la discusión pública de su reformismo desnacionalizador, discusión que tuvo su clímax entre los golpes petroleros de abril y diciembre 2002, de los cuales no es ajeno.
El debate petrolero vuelve ahora a la calle, esta vez con un discurso no falsificable por los creativos de la nueva Pdvsa.
Notas:
[1] Documento en español | en inglés
[2] …y esta Ley Petrolera: quién la hizo? – V. Poleo
[3] Decreto con Fuerza de Ley Orgánica de Hidrocarburos / Asamblea Nacional
[4] Defend Democracy – About the fundation
[5] Middle East Intelligent Bulletin – Lebanon Report 1999
[6] Biografía de Jack Kemp / Contrato Compra-Venta Free Market Petroleum-MEM
[7] Film «La Revolución no será televisada»
[8] Sub-ministro, al decir de E. Habalián, gobernador ante la Opep.
[9] «Ya sabemos quién es, es un pirata petrolero», según apreciación de C. Mendoza Potellá, embajador en Moscú. – «Un acróbata de la política», sentencia E. Habalián.