Las hijas de Hugo Chávez, las familias de Jorge Rodríguez y Vladimir Padrino sí tienen luz

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A lo mejor, las familias de los militares en Venezuela tienen plantas eléctricas personales que también los exceptúan de no tener que pasar horas y horas sin luz.

El madurismo agoniza: ¿Cuánto más puede resistir? A lo mejor, las familias de los militares en Venezuela tienen plantas eléctricas personales que también los exceptúan de no tener que pasar horas y horas sin luz


 

Javier Antonio Vivas Santana / Aporrea (Venezuela) – 12/03/2020

Nuevamente con apenas un servicio de 10 horas diarias de electricidad –tenemos un racionamiento en promedio de 14 horas sin luz– en la isla de Margarita, de las cuales apenas funciona el internet como máximo una hora, y en donde habría que sumarle otras calamidades el colapso del servicio del agua, y por supuesto todas las consecuencias sociales que se generan con las fallas de energía, el país ha entrado en una etapa de completa calamidad.

El caos eléctrico quien mejor lo explica es Víctor Poleo, ex vice ministro de Energía Eléctrica quien desde 2016 alertó sobre el desastre que vendría sobre el Guri, y el resto del sistema eléctrico nacional, pero que lamentablemente, como todo crítico al madurismo –en especial si ha salido del chavismo– sus advertencias fueron negadas, y además tildado de mentiroso y apátrida por quienes están acostumbrados a seguir llevando el país hasta su muerte. De hecho, uno de los puntos que dijo Poleo en aquella entrevista iba claramente dirigido a quien preside esa malograda industria cuando afirmó:

«La oferta no cubre la demanda desde 2007. Es irreversible porque un sistema eléctrico no se improvisa ni se resuelve con planticas. Que el Caroní se recupere puede tardar al menos 2 años. El número mágico es que se necesitan 6.000 MW términos y no los tienen aunque la capacidad instalada ellos mismos aseguran que es hasta el doble de eso. Y si la demanda bajó a 15.000, como dice Motta, es peor porque no hay ni 3 mil MW disponibles»[1].

Lo más grave de este asunto es que las pocas actividades que se llevaban a cabo, terminan de colapsar, porque resulta obvio que sin energía eléctrica es imposible que funcione el resto de una sociedad. El madurismo ha suspendido las actividades educativas que de facto no funciona, no solo por la falta de materiales pedagógicos, sino porque la ausencia tanto de estudiantes como de docentes cada día se multiplica por diversos escenarios negativos y de sobrevivencia que están afectando a la población, sin obviar que en las escuelas y liceos, ya eran comunes los problemas por déficit de electricidad y agua.

El asunto más grave se está viviendo en los hospitales y ambulatorios que además de estar técnicamente paralizados al no tener insumos asistenciales ni medicamentos, la situación llega hasta condiciones inhumanas cuando al carecer de electricidad quedan totalmente inoperativos, lo cual convierte a los centros de salud, en el pasaporte a la muerte para cualquier persona que deba ser sometida a alguna intervención quirúrgica de emergencia, o en su defecto a quienes necesitan tratamientos indispensables, como el caso de quienes ameritan diálisis o quimioterapias, situaciones que se han extendido a las clínicas privadas porque las plantas de emergencia no toleran tantas horas continuas de funcionamiento, a lo que debemos agregarle que tampoco hay suficiente diesel para el consumo de esos generadores. En otras palabras, tenemos que decir que hospitales y clínicas también están en emergencia.

El sistema de telefonía en las tres operadoras que funcionan en Venezuela, Movilnet -esta controlada por el madurismo. Movistar y Digitel prestan el servicio de una manera muy ineficiente –en especial la primera- por las mismas fallas de energía, lo cual imposibilita el funcionamiento de sus redes, y por supuesto, tal situación se combina con la inutilización del sistema de televisión por cable o satelital, y anulan por completo el servicio de internet en todo el país, lo cual pues, deja a los llamados puntos de venta de los comercios, sin posibilidad alguna de efectuar transacciones, lo que termina por hacer del panorama, una especie de guerra, en donde por supuesto, la criminalidad termina de hacer de las suyas, al punto que hasta la tripulación de Air Europa intentó ser asaltada por bandas de delincuentes quienes además actúan a sus anchas ante unos cuerpos de seguridad que no tienen electricidad en sus espacios de trabajo[2]. Entonces, una situación como la que está afectando a Venezuela, está acabando la vida del ciudadano, afectado por la hiperinflación, salarios miserables, criminalidad desbordada, muchos de ellos amparados en bandas paraestatales, y ahora tenemos el colapso de la electricidad que viene a complementar una tragedia absoluta como parte de esta historia que vivimos los venezolanos.

El problema de energía eléctrica será indefinido, más allá de lo que digan voceros maduristas, quienes ahora salen con una especie de libreto de ondas «electromagnéticas» enviadas desde el «imperio», al parecer porque las iguanas también comenzaron a escasear para los saboteadores, esta situación termina por dejar desnudo al madurismo que simplemente como régimen lo único que le quedan son las balas contra el pueblo, porque ya ni siquiera luz pueden garantizar a sus propios panegíricos, cuando ni el Metro de Caracas está prestando servicio.

Por lo pronto, mientras los venezolanos no tenemos luz, las hijas de Chávez, una viviendo en el propio imperio, y la otra en Francia, así como la familia de Vladimir Padrino que se sitúa a placer entre España y Costa Rica, así como los hijos de Jorge Rodríguez en México, o los hijos de otros militares que residen en Europa, o ver a un furibundo articulista del madurismo que reside en Milán, Italia, estoy seguro que ninguno de ellos ha pasado 12, 24, 36 o más horas continuas sin luz, sin agua, y de seguro que no tienen problemas como los que confrontamos en la patria de Bolívar con servicios vitales en área de la educación, salud y transporte. Ellos(as) sin duda, de seguro no van a tener que afrontar una situación ni siquiera semejante.

El madurismo agoniza: ¿Cuánto más puede resistir? A lo mejor, las familias de los militares en Venezuela tienen plantas eléctricas personales que también los exceptúan de no tener que pasar horas y horas sin luz. Ya veremos que sucede en los próximos días. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.


Notas:

[1] http://talcualdigital.com/index.php/2019/03/08/victor-poleo-caracas-tiene-luz-porque-en-las-regiones-hay-apagones/

[2] https://rpp.pe/mundo/actualidad/delincuentes-armados-intentaron-asaltar-a-tripulacion-de-air-europa-en-caracas-noticia-1185132

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