Cinco principales testaferros del chavismo perseguidos por la justicia internacional

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Confiscaciones en Colombia, subastas y sanciones en Estados Unidos arrecian contra cinco testaferros del régimen en Venezuela (EFE).

En las últimas horas las justicias de Colombia y Estados Unidos emprendieron acciones contra los principales testaferros del régimen de Maduro


 

Sabrina Martín / PanAm Post (Latinoamérica) – 23/07/2020

Nuevas jugadas de la Justicia internacional golpean fuertemente al chavismo. Confiscaciones en Colombia, subastas y sanciones en Estados Unidos arrecian contra cinco testaferros del régimen en Venezuela.

Este jueves 23 de julio el Gobierno de EE.UU. anunció sanciones económicas contra dos socios de confianza de Nicolás Maduro Guerra, hijo del tirano Nicolás Maduro. Se trata de los hermanos Santiago José Morón Hernández y Ricardo José Morón Hernández, quienes han ofrecido su apoyo para actividades corruptas del régimen en Venezuela vinculadas a la industria del oro.

Con las recientes sanciones económicas, ya son cinco testaferros del régimen perseguidos por la Justicia internacionalAlex Saab, Samark López, los hermanos Morón, y en segundo plano el empresario venezolano Wilmer Ruperti, sobre quien aun no pesan sanciones formales, pero ya estaría apuntado en la lista.

Este miércoles 22 de julio, la Fiscalía General de Colombia emitió un comunicado en el que confirmó que entraron a extinción del dominio «siete bienes avaluados en 35 mil millones de pesos, que forman parte del patrimonio de Alex Naín Saab Morán».

De acuerdo con la Fiscalía colombiana, entre las propiedades se encuentra una mansión de 3.740 metros cuadrados, avaluada preliminarmente en 28 mil millones de pesos (USD$ 7.714.336) ; dos casas, un apartamento de 379 metros cuadrados y tres garajes.

Los inmuebles ocupados habrían sido adquiridos por una empresa fachada, con recursos provenientes de las actividades ilícitas de Alex Saab, quien es el hombre clave de los negocios ilícitos vinculados al terrorismo, el narcotráfico, la venta ilícita de oro y la importación de alimentos subsidiados con sobreprecio en Venezuela.

Horas antes de que la Fiscalía colombiana actuara, Estados Unidos autorizó la venta por más de 12 millones de dólares de una mansión en el estado de Florida, propiedad del empresario Samark José López Bello, también testaferro de Tareck El Aissami.

López compraba propiedades millonarias en efectivo y también se beneficiaba del negocio de alimentos CLAP que el régimen venezolano vende con sobreprecio.

El pasado 2 de julio Estados Unidos también subastó combustible que se destinaría a Venezuela y que sería propiedad del empresario venezolano Wilmer Ruperti, estrechamente vinculado al régimen de Maduro.

Todo indica que tras la escasez de gasolina en Venezuela, el chavismo estaría utilizando a Ruperti para ingresar combustible al país y así evadir las sanciones internacionales. De hecho, el 26 de abril llegó a Venezuela un cargamento de 150 000 barriles de la empresa Maroil Trading, registrada en Panamá y que también sería de Wilmer Ruperti.

¿Quiénes son?

Hermanos Morón: Santiago José Morón Hernández es abogado, copropietario de la constructora Cresmo C.A., también señalado como parte del esquema de saqueo del oro en Venezuela; su hermano Ricardo es ingeniero civil, quien también se desempeña como corredor de bolsa.

Estados Unidos considera a los dos venezolanos sancionados, junto con el hijo de Maduro, son «figuras centrales» en la industria del «oro de sangre» de Venezuela a través de la venta ilícita del metal precioso.

«Maduro Guerra contrató a Santiago y Ricardo para hacer negocios en su nombre. Los dos hermanos utilizaron diferentes compañías para realizar transacciones. Además, Santiago es el principal asistente de Maduro Guerra y lo acompaña regularmente mientras Ricardo maneja las actividades operativas», señala el Tesoro.

Alex Saab: Es un empresario colombiano prófugo de las justicias de Colombia y Estados Unidos. Sería la pieza fundamental para los negocios ilícitos del tirano Nicolás Maduro. Las ramificaciones de poder de Saab son las estratégicas para que la tiranía sobreviva.

Maduro se ha mantenido en el poder gracias a la ayuda de países como Rusia, Irán y Turquía; naciones donde Saab se ha mantenido presente intermediando a favor del régimen.

En julio pasado, Estados Unidos sancionó a Saab por administrar una red de corrupción que se benefició de un contrato sin licitación para importar alimentos a Venezuela en nombre del régimen de Nicolás Maduro.

Estados Unidos asegura que Saab creó un esquema de corrupción que se aprovechó del hambre de los venezolanos y corrompió el programa estatal de alimentación para lavar dinero. En Colombia, la Fiscalía lo señala de realizar exportaciones e importaciones ficticias a través de varias compañías, entre ellas la textilera Shatex, lo que le permitió lavar activos por millones de dólares.

Saab fue identificado en investigaciones de Armando.info como uno de los beneficiados en la importación irregular de alimentos a sobreprecio para el programa estatal de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). Este sistema establecido por el régimen abastece de ciertos productos de la cesta básica alimentaria a hogares, a un costo subsidiado, a través de divisas preferenciales para la compra e importación de los productos alimenticios en el exterior.

Saab logró venderle alimentos a Venezuela por más de $200 millones de dólares en una negociación aprobada con la firma de Nicolás Maduro. Los productos fueron pagados con dólares preferenciales, pero facturados con sobreprecio.

El testaferro de Maduro también es la pieza clave en un misterioso esquema comercial creado por Maduro y Recep Tayyip Erdogan para enriquecerse a costa del oro robado y de la comida subsidiada.

Saab, también estaría detrás del negocio entre Venezuela e Irán que involucra el pago de oro a cambio de productos para producir gasolina. Un reportaje de la agencia de noticias Bloomberg reveló que Saab viajó a Teherán con altos ejecutivos de Pdvsa para lograr un acuerdo en el que Irán envía aditivos, piezas y técnicos de gasolina a la nación sudamericana a cambio de oro. En 2018 se conocieron avances en investigaciones internacionales que revelaron que el testaferro de Nicolás Maduro, también tendría una fuerte vinculación con el grupo terrorista Hezbolá.

Autoridades de Estados Unidos, Israel y Colombia siguen la pista de varios movimientos financieros desde Venezuela y que habrían terminado en la financiación del grupo terrorista. De acuerdo con el diario colombiano El Tiempo, existen varios movimientos financieros ligados a Alex Saab que habrían salido del Banco Central de Venezuela y que tras pasar por paraísos fiscales terminaron en Asia.

Samark López: es acusado de ser el principal testaferro de El Aissami, y señalado de poseer cerca de una docena de empresas vinculadas con el actual ministro de Petróleo de VenezuelaLópez fue sancionado por Estados Unidos en 2017 como capo de la droga junto a El Aissami por lavar beneficios del tráfico internacional de narcóticos.

Durante el juicio por el reclamo de los activos, expertos de la acusación afirmaron que López solo tenía lazos indirectos con las FARC a través de su amistad con El Aissami, quien según las autoridades estadounidenses ayudó a la guerrilla a mover cocaína a través de Venezuela.

Samark Lópezhabría adquirido inmuebles en Estados Unidos por más de USD $20 millones en efectivo. López fue el encargado de importar al menos 633 contenedores con las cajas de alimentos socialistas CLAP, un plan de comida subsidiada que el régimen vende con sobreprecio a los venezolanos y que además está vinculado al narcotráfico internacional.

Un comunicado del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) califica a Samark López como «coconspirador de El Aissami».

«López proporcionó apoyo financiero y asistencia material en apoyo de las actividades de narcotráfico internacional actuando por o en nombre de Maddah. Por más de dos años, López y otros defraudaron al Gobierno de Estados Unidos al participar en transacciones prohibidas por la Ley para la Designación de Cabecillas del Narcotráfico en el Extranjero y regulaciones relacionadas, además de evadir sanciones impuestas por la Oficina de Control de Activos de Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) de conformidad con la Ley de Cabecillas y regulaciones relacionadas», señala el documento.

De acuerdo con Estados Unidos, tanto El Aissami como López Bello eludieron las sanciones trabajando con ciudadanos estadounidenses al obtener servicios de viajes, incluyendo jets privados.

«El Aissami y López Bello frecuentemente pagaban por estos servicios mediante intermediarios que entregaban dinero en efectivo a granel en Venezuela para posteriormente blanquearlo hacia y/o dentro de Estados Unidos. Se alega que ciertos vuelos fueron hechos en conexión con los deberes oficiales de El Aissami, notablemente viajes a Turquía y Rusia», agrega el ICE.

Wilmer Ruperti: en 2002 Ruperti alquiló una flota de petroleros rusos para ayudar al entonces presidente Hugo Chávez a romper el paro que emprendieron los trabajadores de Pdvsa.

En marzo de 2020, otra compañía suiza que él controla facturó a Pdvsa por un adelanto de 12 millones de euros con el que planeaba comprar hasta 250.000 barriles de gasolina. Para sortear las sanciones estadounidenses, la compañía abrió una cuenta bancaria en euros y rublos en el Derzhava Bank con sede en Moscú.

Los lazos de Ruperti con el régimen de Maduro son estrechos al punto de haber pagado la defensa legal de los «narcosobrinos» en Estados Unidos y también la del exgeneral chavista Hugo «el Pollo» Carvajal.

Las investigaciones sobre el magnate venezolano surgen luego de que la chavista Delcy Rodríguez se reuniera con el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley.

De acuerdo con Daily News, el hijo del magnate venezolano, José Guillermo Ruperti, habría realizado un pedido de gasolina a la estatal trinitaria Paria Fuel Trading Company. Se trata de 150.000 barriles que la empresa habría comprado y que tendría como destino del cargamento la isla de San Eustaquio, en las Antillas menores.

«Los problemas aparecieron cuando Euro Shipping pidió a Paria autorización para que la empresa venezolana IC Global participara de la operación. La gerencia de la estatal trinitaria se comunicó directamente con José Guillermo Ruperti para advertirle que, según las cláusulas del contrato, el combustible no podía terminar en Venezuela debido a las sanciones. El 21 de abril, un día después de que partiera el buque Aldan, con bandera liberiana, el empresario solicitó entonces un cambio de destino del envío: quería que el cargamento llegara a Aruba», señala el Daily News.


  • Sabrina Martín / Periodista del PanAm Post, locutora venezolana con base en Lima. Venezolana, egresada de la Universidad Arturo Michelena. Fuente: política y economía. Especialista en comunicaciones corporativas.

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