
Las Fuerzas Armadas venezolanas en la actualidad y bajo el mando del general Padrino López, ministro de Defensa, y del almirante Ceballos Ichaso, comandante operacional de la Fuerzas Armadas, han cumplido el rol de facilitadores de la convergencia criminal terrorista que utiliza a Venezuela como su epicentro en la región
Joseph M. Humire y José Gustavo Arocha / Venergia.org (Venezuela) – 12/03/2021
Desde mayo de 2018, cuando las fraudulentas elecciones presidenciales renovaron el poder de Nicolás Maduro, la mayoría de los países de las Américas ha buscado formas de liberar al pueblo venezolano y hacer una transición democrática que lleve a unos comicios libres y justos. Las soluciones políticas en los Estados Unidos a la crisis en Venezuela, generalmente, se han centrado en la planificación del “día después”, es decir, a partir de que el régimen de Maduro haya dejado el poder. Gran parte de esta planificación se ha enfocado en las Fuerzas Armadas venezolanas como centro de gravedad y así acabar con la usurpación del régimen de Maduro, avanzando hacia el gobierno de transición democrática.
En 2019, Estados Unidos cambió su política de “presión incremental” a “máxima presión” contra el régimen de Maduro en estrecha colaboración con el presidente interino Juan Guaidó y la Asamblea Nacional de Venezuela. El objetivo era la renuncia de Maduro del poder mediante presiones diplomáticas y económicas. La premisa se fundamentó en que los mecanismos de presión resultarían suficientes para que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), eventualmente, abandonara su apoyo al régimen y respaldara al presidente constitucional y al gobierno de Guaidó. Esto llevó al episodio del 30 de abril de 2019, en el que el presidente Guaidó y su mentor político Leopoldo López planearon desencadenar un levantamiento militar, pero finalmente su llamado no fue acatado por la mayoría de los militares venezolanos y finalizó con López buscando refugio en la Embajada de España.
Parte del problema de esta estrategia es que depende de una institución, la FANB, que ya está fracturada, criminalizada y bajo la influencia de actores estatales externos. El Ejército venezolano hoy es una institución diferente de lo que fue; está corrompido y fraccionado, lo que le resta utilidad para el presidente Guaidó o para la coalición de países que busca poner fin a la usurpación del régimen de Maduro.
A diferencia de períodos previos en Venezuela, donde las Fuerzas Armadas eran factor preponderante en la sociedad venezolana, en la actualidad son las redes ilícitas, junto con los actores externos estatales y no estatales, el nuevo centro de gravedad de la crisis y quienes mantienen al régimen de Maduro en el poder. La convergencia de amenazas se convirtió en el motor de la transformación de las Fuerzas Armadas venezolanas. Esta convergencia impulsada por la Revolución Bolivariana ha permitido que organizaciones criminales transnacionales y grupos terroristas internacionales integren sus operaciones con el Ejército venezolano, convirtiendo a la FANB en un socio poco confiable en la búsqueda del fin de la usurpación del régimen de Maduro. Esta transformación ocurrió mucho antes de 2018 y comenzó bajo la visión estratégica del fallecido Hugo Chávez.
De Fuerzas Armadas a fuerzas en defensa de la revolución
A raíz de un fallido golpe de Estado contra Chávez en 2002, el caudillo militar comprendió la urgencia de crear un plan de contingencia para prevenir futuros intentos. Chávez igualmente vio de inmediato la compatibilidad del credo marxista-leninista de la Revolución bolivariana y los objetivos antiimperialistas de los regímenes rebeldes en todo el mundo, y los actores armados no estatales de Oriente Medio y otros países de América Latina.
Estas alianzas contribuyeron a generar la “Concepción Militar Bolivariana” como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad en Venezuela. En esencia, comenzó con un cambio de la estructura constitucional de las Fuerzas Armadas para compartimentarlas y fraccionarlas. En septiembre de 2008, Hugo Chávez expulsó a Patrick Duddy, jefe de la misión diplomática de Estados Unidos en Caracas, acusándolo de intentar sacar del poder a Evo Morales de la presidencia de Bolivia y mediante decreto presidencial activó cinco (5) Regiones Estratégicas Militares como muestra de apoyo a Bolivia y de su intención de actuar de manera coordinada con los aliados de la Revolución bolivariana1.
Las activación de la nueva geometría del poder a través de las Regiones de Defensa Integral (REDI), Zonas de Defensa Integral (ZODI) y Áreas de Defensa Integral (ADI) y de nuevas unidades militares se basaron en un criterio de trabajo con la población y las autoridades políticas para defender la noción de “Guerra Popular Prolongada”. Es por ello que se concretó la creación y consolidación de la Milicia Bolivariana y la preparación política e ideológica de la sociedad como conjunto para enfrentar a un enemigo militar y tecnológicamente superior, lo que es Estados Unidos. Sin embargo, la Milicia se ha transformado en un instrumento político de control social para la distribución de alimentos, medicinas para la pandemia, y combustible.
Entre 2013 y 2015, el régimen de Maduro incrementó el número de REDI a ocho (8), fraccionando aún más el comando y control2, promoviendo la integración activa de las Fuerzas Armadas con elementos del crimen organizado y terrorismo al permitir no solo su presencia, como también proporcionarle apoyo logístico en territorio venezolano3.
Dependencia de actores externos
La gran estrategia de Chávez fue utilizar a las Fuerzas Armadas venezolanas como centro logístico para las redes ilícitas que se extienden más allá de las fronteras del país. Estas redes ilícitas comenzaron a depender de las Fuerzas Armadas venezolanas para el transporte, envío y refugio seguro de sus productos y personal, capacidades que se incrementaron por el apoyo de recursos de otros regímenes represivos, como Rusia, China e Irán, que hicieron grandes negocios al ayudar a Chávez y ahora al régimen de Maduro. Al 2018, las Fuerzas Armadas venezolanas habían recibido más de mil millones de dólares anuales de Rusia, China e Irán, expresados en equipos, doctrina y entrenamiento, en especial para reprimir las protestas políticas y endurecer el régimen de Maduro.
La alianza con los actores externos ha sido beneficiosa para las partes. Rusia ha vendido más de USD$11,4 billones de equipos militares a Venezuela en los últimos 15 años4 y China ha vendido armas a Venezuela por más de USD$615 millones en los últimos 10 años5. El equipamiento ruso incluye aviones de combate, helicópteros de transporte y ataque, plataformas navales de defensa, tanques, vehículos blindados para transporte de personal, artillería autopropulsada, y como se detalla en la Figura 2, una variedad de armas pequeñas que incluyen misiles tierra-aire6. El armamento chino, a su vez, incluye aviones de entrenamiento K-8 y tanques ligeros VN-16, así como misiles antitanques, morteros autopropulsados, lanzacohetes autopropulsados y vehículos blindados7. Parte de este equipo se utilizó activamente para reprimir las protestas estudiantiles y de la oposición contra el régimen de Maduro en 2014, 2017 y hasta el día de hoy.
En los últimos años, contratistas militares privados rusos, con vínculos con el Kremlin, están siendo utilizados para reforzar la seguridad de Nicolás Maduro, según Reuters8. Además, se ha informado que los oficiales rusos usan uniformes militares venezolanos y tienen presencia activa en la ciudad capital, Caracas9, así como en el Arco Minero, en el estado de Bolívar10, y en Táchira, estado que se encuentra en la frontera colombo-venezolana11. Esta presencia militar rusa en tierra venezolana se vio aumentada por el arribo continuo de aviones militares desde 201812.
Mientras Rusia provee el capital humano, Beijing proporciona la tecnología. Los gigantes tecnológicos chinos, con fuertes lazos con el aparato de inteligencia militar del Ejército Popular de Liberación de China (EPL), han ayudado al régimen de Maduro y al aparato represor militar con capacidades de vigilancia13. La Corporación ZTE, sancionada por los Estados Unidos, debido a su rol en espionaje y vulneraciones de seguridad cibernética, ayudó al régimen de Maduro durante el 2018 a construir un sistema de vigilancia que monitorea la conducta de los ciudadanos por medio del “carnet de la patria”, una nueva identificación venezolana14. Este sistema de control con tecnología china, se complementa con la infraestructura de monitoreo aeroespacial ubicada en la base militar Capitán Manuel Ríos, en el estado de Guárico, donde se hace seguimiento a los satélites en órbita operados por Venezuela y construidos por China15.
Tanto Rusia como China han realizado intercambios académicos con militares venezolanos. Desde el 2015, Venezuela ha participado en ejercicios conjuntos con efectivos de Rusia, China e Irán para adiestrarse en el uso y tácticas operacionales de los sistemas de armas rusos con que cuentan las Fuerzas Armadas venezolanas16. Asimismo, efectivos militares del EPL chino han realizado cursos de fuerzas especiales, desde el 2005, en conjunto con oficiales venezolanos en la Escuela de Operaciones Especiales General de División Andrés Rojas con sede en el estado de Sucre17.
En el año 2020, la red militar iraní, que solía actuar de forma encubierta en Venezuela, sale de las sombras, a pesar de las sanciones internacionales y de los Estados Unidos18. En el mes de abril, la línea aérea preferida de la Guardia Revolucionaria Islámica, Mahan Air, designada por los Estados Unidos como una aerolínea de apoyo material al terrorismo19, empezó a realizar vuelos con técnicos y equipamiento para resucitar la industria del petróleo venezolano controlada por el ministro Tareck El Aissami20. Durante más de una década, el Ministerio de Defensa y Logística de las Fuerzas Armadas de Irán (MODAFL) ha tenido una cooperación militar con Venezuela, lo que llevó a las primeras sanciones a la petrolera estatal PDVSA en 2011 y al brazo de logística militar de Venezuela (CAVIM), en 2011. La logística de defensa iraní ha sido sancionada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por ayudar a Irán a adquirir material para avanzar con su programa de misiles balísticos.
En 2009, el entonces dictador venezolano Hugo Chávez firmó un documento de asociación con Irán para crear una línea de producción de polvo conjunto con nitroglicerina y nitrocelulosa, el cual se utiliza para crear propulsores de cohetes. El contrato fue manejado por CAVIM. Estos acuerdos anteriores alimentaron la especulación de que se construiría una base de misiles en la península de Paraguaná, cerca de la frontera con Colombia.
De acuerdo con el Informe sobre Terrorismo del año 2019 que elabora el Departamento de Estado, Maduro y sus socios han fomentado un ambiente permisivo para grupos terroristas, incluyendo a los disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN) y simpatizantes de Hezbollah21. Estos grupos terroristas inciden en la corrupción del régimen al financiar esquemas ilícitos que incluyen a los miembros de las Fuerzas Armadas de Venezuela y grupos armados locales.

El abanico de actividades criminales, como el narcotráfico, extorsión, contrabando y la minería ilegal de oro y otros minerales, está financiando al régimen de Maduro, lo que permite la presencia de actores armados irregulares en Venezuela, tales como el ELN y las disidencias de las FARC. Estos grupos terroristas regionales controlan amplias franjas del territorio venezolano, particularmente en el rico Arco Minero, y a lo largo de la frontera con Colombia, conectando al régimen con el crimen organizado transnacional. La capacidad logística de las autoridades militares y el control de fronteras, aeropuertos, puertos y carreteras facilita el traslado de recursos ilícitos de estos grupos al norte del país para posteriormente ser llevados a su destino final en Europa y los Estados Unidos.
El 23 de octubre de 2020, el régimen de Maduro reafirmó la cooperación militar existente con Rusia, China, Irán y Cuba al anunciar la creación de un Consejo Científico Militar y Tecnológico para el fortalecimiento del Sistema de Armas venezolano. Las Fuerzas Armadas venezolanas se han transformado en el epicentro de actores extrarregionales y sus ambiciones militares en la región.
El rol del crimen organizado transnacional
El régimen de Maduro y la FANB juega un rol crítico en el tráfico de drogas, sirviendo como un punto de tránsito que alcanza aproximadamente a $39 billones de dólares en las calles de los Estados Unidos, de acuerdo con un estimado realizado por la Oficina de Drogas y Crimen de Naciones Unidas22. Esto atrajo a los carteles más importantes de la región a Venezuela, tales como el cartel de Sinaloa de México, Cachiros de Honduras, Los Rastrojos de Colombia, los cocaleros de Bolivia y, por supuesto, al ELN y disidencias de las FARC23. De acuerdo con las acusaciones del Departamento de Justicia, el régimen de Maduro conspiró con todos estos carteles a través de la red de drogas manejada por los militares, llamada El Cartel de los Soles, para “inundar” con cocaína especialmente los Estados Unidos24.
El Cartel de Soles, término usado para describir a los grupos al interior de las FANB que trafican con cocaína, ha estado presente en la opinión pública durante la Revolución Bolivariana especialmente cuando la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro, en 2008 y 2011, anunció sanciones contra militares de alto rango, como el director de Inteligencia Militar, general Hugo Carvajal Barrios; el ministro de la Defensa, general Henry Rangel Silva; el exministro de Interior y Justicia, capitán de navío Ramón Rodríguez Chacín, y el comandante de la REDI Guyana, general Cliver Alcalá Cordones (en proceso judicial en los Estados Unidos).
En la actualidad, los líderes del Cartel de los Soles, que son el ministro de la Defensa, general Vladimir Padrino López; el ministro de Interior y Justicia, general Néstor Reverol Torres, y el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, capitán Diosdado Cabello Rondón, han sido acusados por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos por autorizar el uso de componentes de las Fuerzas Armadas para transportar los cargamentos de cocaína suministrados por elementos de la guerrilla colombiana a los Estados Unidos a través de Venezuela
De acuerdo con la acusación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, Abdel El Zabayar, excongresista venezolano y excombatiente sirio-venezolano, Cabello Rondón y otros visitaron un hangar militar (Rampa 4) controlado por Maduro en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Maiquetía, Venezuela, donde recibieron un avión de carga libanés lleno de armas, incluidos lanzagranadas para fusiles AK-103 y rifles de francotirador, que había obtenido mientras se encontraba en el Medio Oriente. Esta instalación militar también fue usada por los familiares de la pareja Maduro-Flores para el transporte de cocaína, en el caso conocido como los “narco sobrinos”, quienes cumplen sentencia en los Estados Unidos.

William Brownfield, exsubsecretario de Estado para la lucha contra el narcotráfico y exembajador para Venezuela, se refirió al régimen de Maduro como “probablemente el gobierno más corrupto de todo el mundo. Es peor que un narco-Estado. Es un narco-Estado, pero con esteroides”25.
Es clave para estas redes criminales contar con lo que se conoce en léxico de seguridad como los “súper facilitadores”, que son quienes administran redes ilícitas en varios países en los distintos continentes. Alex Saab, empresario colombiano y enviado especial de Maduro a Irán, actualmente detenido en Cabo Verde, es un “súper facilitador”, uno de los arquitectos financieros y de logística del régimen de Maduro26. La red criminal de Saab se encuentra incrustada en los programas estatales, como en el programa de distribución de alimentos CLAP en manos de militares, una red que ha sido sancionada por su corrupción de gran escala27.
La Red de Ejecución de Delitos Financieros, del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, advirtió sobre transacciones que involucren al gobierno venezolano y empresas de propiedad estatal, especialmente aquellas que se concentran en las contrataciones públicas, ya que pueden ser utilizadas como vehículos para el lavado de dinero y ocultar fondos malversados28. Las empresas públicas, bajo el régimen de Maduro, han creado canales financieros globales para mover y ocultar montos provenientes del mundo criminal y recursos económicos saqueados al pueblo venezolano, lo que contribuye de forma diaria a la crisis humanitaria en Venezuela. Muchas de estas empresas han estado bajo dirección de militares; como es el caso de PDVSA, que estuvo bajo responsabilidad del general Manuel Quevedo entre 2017 y 2020.
Los altos jerarcas y miembros de las Fuerzas Armadas no solo facilitan la convergencia de estas estructuras criminales y extrarregionales, también forman parte de la planificación y ejecución de graves violaciones a los derechos humanos, algunas de las cuales —incluidas las ejecuciones arbitrarias y el uso sistemático de la tortura— constituyen crímenes de lesa humanidad de acuerdo con un informe de expertos independientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El aparato represivo
Bajo el adiestramiento de asesores militares cubanos, Venezuela reformó su seguridad nacional y las agencias de inteligencia en un servicio que espía a sus fuerzas armadas, instaurando miedo y paranoia, reprimiendo al que disiente29. De acuerdo con el reporte de Derechos Humanos de Naciones Unidas, las Fuerzas Armadas Especiales (FAES) actúan como “escuadrones de la muerte”, que han asesinado a 6.856 personas desde 2018 hasta mediados de 201930. El reporte también señala que el número actual de muertos podría ser mucho mayor. Este informe cita que la contabilización realizada por grupos independientes durante el mismo período podría llegar a más de 9.000 muertos por “resistencia a la autoridad”31. Las ejecuciones extrajudiciales y las medidas de represión llevadas adelante por el régimen de Maduro tienen como objetivo neutralizar a la oposición política y sofocar cualquier disenso entre los rangos.
Uno de los grupos represivos más notables es la policía estatal del régimen, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), que asesinó al abogado Fernando Albán con total impunidad32. El capitán de navío Rafael Acosta, bajo custodia de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), horas antes de su muerte compareció en la Corte con evidencias irrefutables de haber sido torturado33. Y el capitán de policía Óscar Pérez se encuentra entre los más altos oficiales muertos en manos de fuerzas de seguridad crueles34. Otros miles han sido asesinados o detenidos ilegalmente por el aparato represivo de seguridad de Maduro. Desde 2014 a 2020, el Foro Penal venezolano, una organización de derechos humanos, registró 15.177 detenciones por motivos políticos, con casos numerosos de tortura, y tratos degradantes, crueles e inhumanos realizados por el régimen de Maduro en Venezuela35. La figura 3 muestra que los estudiantes y los jóvenes son la población más vulnerable al aparato represivo del régimen, y que los militares y policías son los que más tiempo se encuentran en las cárceles estatales. El régimen simultáneamente libera grupos de personas y al mismo tiempo detiene a otras, manteniendo un número constante de detenidos para evitar atraer la atención al sobrecogedor número de arrestos arbitrarios. El Foro Penal ha llamado a esto “el efecto de la puerta giratoria”36.
Desde el 2002, los militares y efectivos de las fuerzas de seguridad del Estado han sido objeto de represalias en caso de demostrar su descontento o no querer participar en las actividades criminales del régimen. Hugo Chávez creó en 2012 un comando especial antigolpe de Estado con la finalidad de monitorear y ejercer vigilancia sobre el aparato criminal. A pesar de la creación de este comando, desde el 2014 han ocurrido más de veinte conspiraciones fallidas, con un resultado de más de trescientos militares detenidos y muchos de ellos sometidos a torturas y desapariciones forzadas.
Los expertos de la ONU señalan que el objetivo de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) es el personal militar y los civiles asociados presuntamente implicados en rebeliones o intentos de golpe de Estado. La DGCIM ha sido efectiva instaurando el terror, por su historial de desapariciones forzadas y centros de tortura clandestinos en Venezuela.
La DGCIM, bajo el mando del general Hernández Dala, sancionado por violación de derechos humanos y jefe de la Guardia de Honor Presidencial, se ha transformado en el órgano de propaganda, infiltración para la implementación de medidas activas y pasivas que deslegitimen cualquier acción en favor de la libertad en Venezuela.
Una premisa falsa
La convergencia del crimen organizado transnacional, que se encuentra en aumento en América Latina, con redes internacionales de terrorismo, y otras amenazas transregionales han ayudado a endurecer el aparato represivo del régimen de Maduro en Venezuela. Igualmente, el consentimiento del régimen a esta convergencia ha expandido el alcance y rango de los actores globales irregulares que usan a Venezuela para construir redes logísticas que benefician a la empresa criminal. Las FANB son el epicentro de esta convergencia de amenazas transregionales en Venezuela.
La convergencia de crimen y terror en Venezuela se superpone a una ideología antioccidental que ha desarrollado herramientas asimétricas que juegan en beneficio de los intereses globales de Rusia, China e Irán. Mientras tanto, Cuba —con un contingente militar considerable en Venezuela— continúa administrando las operaciones diarias con el régimen de Maduro debido a sus ventajas comparativas en idioma, cultura, contrainteligencia y conocimiento de los sistemas militares ruso y chino. Estos actores externos han ayudado al régimen de Maduro a ampliar sus capacidades, es decir, en cibernética, inteligencia, vigilancia y desinformación, manipulando a la comunidad internacional mediante la discusión abierta del diálogo y la postura política para las elecciones locales en Venezuela.

Las Fuerzas Armadas venezolanas han sido sometidas a un proceso de desprofesionalización por más de veinte años, cediendo el monopolio legítimo de la violencia a diferentes grupos armados organizados que hacen vida en territorio venezolano. Sus antiguos pilares fundamentales constitucionales de obediencia, subordinación y disciplina fueron desmantelados y reemplazados por un sistema compartimentado de incentivos basados en intereses políticos, criminales e ideológicos, creando una estructura no piramidal, sino de redes de intereses. Cada comandante militar de región, zona y área de defensa se transforma en un nodo de relaciones militares, políticas, criminales y represivas que se adapta a las dinámicas del poder y del territorio compartimentado.
La convergencia permite generar equilibrios para evitar que individuos actúen por propios intereses, salvo los ya establecidos por el alto mando político-militar de la Revolución y sus aliados extrarregionales. Por ese motivo se ha apreciado que, a pesar de haber existido deserciones de un número importante de miembros de las Fuerzas Armadas y hasta de altos directivos, como el exdirector del Sebin, general Cristopher Figuera, no han ocurrido cambios sustanciales más allá del aumento de la represión a disidentes y la creciente duda sobre los factores políticos.
La profunda ideologización a la que han sido sometidas las Fuerzas Armadas las han transformado en fuente de cuadros políticos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV); dieciséis militares retirados, entre ellos, miembros del reciente alto mando militar, iban como candidatos a diputados a la fraudulenta elección de diciembre de 2020.
Una transición democrática de Venezuela sin recuperar el monopolio legítimo de la violencia podría aumentar los riesgos de expansión de organizaciones trasnacionales criminales con armamento de actores extrarregionales soportadas por economías ilícitas. Las Fuerzas Armadas venezolanas en la actualidad y bajo el mando del general Padrino López, ministro de Defensa, y del almirante Ceballos Ichaso, comandante operacional de la Fuerzas Armadas, han cumplido el rol de facilitadores de la convergencia criminal terrorista que utiliza a Venezuela como su epicentro en la región.
Notas:
1 – “President Donald J. Trump Announces a National Security Strategy to Advance America’s Interests”. The White House. 18 de diciembre de 2017. https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/president-do-nald-j-trump-announces-national-security-strategy-advance-americas-in-terests/.
2 – Humire, J. “Financial nexus of terrorism, drug trafficking, and organized crime. 20 de marzo de 2018, p. 14. https://www.securefreesociety.org/research/congressional-hearing-financial-nexus-of-terrorism-drug-traffic-king-and-organized-crime/.
3 – Farah, D. y Yates, C. “Maduro’s Last Stand.” IBI Consultants and the National Defense University, mayo de 2019, p. 21.
4 – Litvinova, D. “Russia in Venezuela: As Moscow accuses U.S. of ‘information war,’ what Is Putin’s role in the standoff?”. CBS News. 1 de mayo de 2019. https://www.cbsnews.com/news/russia-in-venezuela-why-vladimir-putin-backs-nicolas-maduro-in-standoff-with-donald-trump-us/.
5 – Seligman, L. “U.S. Military Wary of China’s Foothold in Venezuela”. Foreign Policy.” 8 de abril de 2019. https://foreignpolicy.com/2019/04/08/us-military-wary-of-chinas-foothold-in-venezuela-maduro-faller-guaido-trump-pentagon/.
6 – Defense Intelligence Agency. “Report Russia Cuba Nicaragua Venezuela Security Cooperation (Unclassified)”. Department of Defense. 4 de febrero de 2019.
7 – Venezuela Military Strength (2020)”. Global Fire Power. https://www.globalfirepower.com/country-military-strength-detail.asp?country_id=-venezuela
8 – Tsvetkova, M. y Zverev, A. “Exclusive: Kremlin-linked contractors help guard Venezuela’s Maduro”. Reuters. 25 de enero de 2019. https://www.reuters.com/article/us-venezuela-politics-russia-exclusive-idUSKCN1P-J22M.
9 – Barráez, S. “Militares rusos utilizan el uniforme venezolano en Caracas y la frontera”. Infobae. 8 de septiembre de 2019. https://www.infobae.com/america/venezuela/2019/09/08/militares-rusos-utilizan-el-uniforme-venezolano-en-caracas-y-la-frontera/.
10 – Crece la presencia militar rusa en Venezuela: al menos 40 soldados llegaron a Canaima con uniformes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”. Infobae. 11 de diciembre de 2019. https://www.infobae.com/america/venezuela/2019/12/11/crece-la-presencia-militar-rusa-en-venezuela-al-menos-40-soldados-llegaron-a-canaima-con-uniformes-de-la-fuerza-armada-nacional-bolivariana/.
11 – Barráez, S. “Misterio en la frontera de Venezuela y Colombia: soldados rusos se trasladaron a Táchira en misiones desconocidas”. Infobae. 14 de enero de 2020. https://www.infobae.com/america/venezuela/2020/01/14/misterio-en-la-frontera-de-venezuela-y-colombia-soldados-rusos-se-trasladaron-a-tachira-en-misiones-desconocidas/.
12 – In December 2018 an Antonov-124 heavy cargo aircraft and an Ilyushin-76 transport aircraft carried out flights between Russia and Caracas. Another Ilyushin-76 was in Caracas later in the month. All three aircraft belong to the Russian air force.
13 – “Venezuela creates smart card to get China-style social control”. Tomonews. 22 de noviembre de 2018. https://us.tomonews.com/venezuela-creates-smart-card-to-get-china-style-social-control-3735338.
14 – Berwick, A. “How ZTE helps Venezuela create China-style social control”. Reuters. 14 de noviembre de 2018. https://www.reuters.com/investigates/special-report/venezuela-zte/.
15 – Barbosa, R. C. “Chinese Long March 2D Launches Venezuela’s VRSS-1 Satellite”. NASASpaceFlight.Com (blog), 29 de septiembre de 2012. https://www.nasaspaceflight.com/2012/09/chinese-long-march-2d-launches-vrss-1/.
16 – Zamost, S.; Griffin, D; Guerrero, K y Romo, R. “Venezuela May Have given Passports to People with Ties to Terrorism.” CNN, 14 de febrero de 2017. https://www.cnn.com/2017/02/08/world/venezuela-passports-investigation/index.html.
17 – While there are 57 nations worldwide that have recognized and diplomatically support Interim President Juan Guaidó, there are approximately 100 nations, mostly in the Non-Aligned Movement, that still recognize Nicolás Maduro as the head of state for Venezuela.
18 – Armes, C. “Iran’s military network comes out of the shadows in Venezuela”. PanAm Post. 25 de julio de 2020. https://panampost.com/christina-armes/2020/07/24/irans-military-network-comes-out-of-the-shadows-in-venezuela/.
19 – “Treasury Designates Iranian Commercial Airline Linked to Iran’s Support for Terrorism”. U.S. Department of the Treasury. 12 de octubre de 2011. https://www.treasury.gov/press-center/press-releases/Pages/tg1322.aspx.
20 – Lobel, O. “Iran Doubles Down in Venezuela”. AIJAC. 15 de julio de 2020. https://aijac.org.au/fresh-air/iran-doubles-down-in-venezuela/.
21 – “Venezuela.” United States Department of State (blog). https://www.state.gov/reports/country-reports-on-terrorism-2019/venezuela/.
22 – Walsh, N. P.; Gallón, N. y Castrillon, D. “Corruption in Venezuela has created a cocaine superhighway to the US”. CNN. 17 de abril de 2019. https://www.cnn.com/2019/04/17/americas/venezuela-drug-cocaine-trafficking-intl/index.html.
23 – “Drug Trafficking within the Venezuelan regime: the Cartel of the Suns”. InSight Crime. 17 de mayo de 2018. https://www.insightcrime.org/investigations/drug-trafficking-venezuelan-regime-cartel-of-the-sun/.
24 – “Nicolás Maduro Moros and 14 Current and Former Venezuelan Officials Charged with Narco-Terrorism, Corruption, Drug Trafficking and Other Criminal Charges”. U.S. Department of Justice. 26 de marzo de 2020. https://www.justice.gov/opa/pr/nicol-s-maduro-moros-and-14-current-and-former-venezuelan-officials-charged-narcoterrorism.
25 – Moreno, J. “‘Take This Humanitarian Disaster in Venezuela Seriously’ Says Ambassador Brownfield”. Diálogo Americas. 31 de diciembre de 2019. https://dialogo-americas.com/articles/take-this-humanitarian-disaster-in-venezuela-seriously-says-ambassador-brownfield/.
26 – Humire, J. “Iran, Turkey, and Venezuela’s Super Facilitator: Who Is Alex Saab?” Center for a Secure Free Society. 30 de junio de 2020. https://www.securefreesociety.org/research/who-is-alex-saab/.
27 – “Treasury Disrupts Corruption Network Stealing from Venezuela’s Food Distribution Program, CLAP”. U.S. Department of the Treasury. 25 de julio de 2019. https://home.treasury.gov/news/press-releases/sm741.
28 – “Updated Advisory on Widespread Public Corruption in Venezuela”. Financial Crimes Enforcement Network. 3 de mayo de 2019. https://www.fincen.gov/resources/advisories/fincen-advisory-fin-2019-a002.
29 – Berwick, A. “Special Report: How Cuba taught Venezuela to quash military dissent”. Reuters. 22 de agosto de 2019. https://www.reuters.com/article/us-venezuela-cuba-military-specialreport/special-report-how-cuba-taught-venezuela-to-quash-military-dissent-idUSKCN1VC1BX.
30 – “UN Human Rights Report on Venezuela Urges Immediate Measures to Halt and Remedy Grave Rights Violations”. OHCHR. 4 de julio de 2019. https://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=24788.
31 – Cumming-Bruce, N. “Venezuela Forces Killed Thousands, Then Covered It Up, U.N. Says”. Thw New York Times. 4 de julio de 2019. https://www.nytimes.com/2019/07/04/world/americas/venezuela-police-abuses.html.
32 – Smith, S. y Sánchez, F. “Venezuela opposition says lawmaker’s death was assassination, not suicide”. Global News. 9 de octubre de 2018. https://globalnews.ca/news/4528238/venezuela-fernando-alban-nicolas-maduro/.
33 – “‘Tortured’ Venezuela Captain’s Burial Angers Wife”. BBC News. 11 de julio de 2019. https://www.bbc.com/news/world-latin-america-48949723.
34 – “Was Óscar Pérez Murdered? You Could Help Us Find Out”. The New York Times. 13 de mayo de 2108. https://www.nytimes.com/2018/05/13/opinion/oscar-perez-venezuela-forensic-architecture.html.
35 – “Report on Repression in Venezuela”. Foro Penal. 24 de agosto de 2018. https://foropenal.com/en/report-on-repression-in-venezuela/.
36 – Ibid